Cuentas por hacer con las cirugías plásticas
Antioquia reportó el mayor número de visitas al quirófano entre 2009 y septiembre de 2016, y ofrece precios competitivos al turismo.
Desde 2009 hasta septiembre del año pasado, en Antioquia se realizaron en promedio 36 cirugías plásticas por día; es decir, 1,5 por hora, teniendo en cuenta que en ese periodo 13.209 personas visitaron quirófanos locales, según cifras entregadas a EL COLOMBIANO por el Ministerio de Salud.
De esta forma, el departamento encabeza, seguido por Bogotá y el Valle del Cauca, el escalafón de los que reportan el mayor número de procedimientos estéticos en el país para el periodo referido.
Esto muestra la magnitud de un negocio al que sacarle cuentas ciertas resulta complejo por la dispersión de la oferta local, que va desde formalizadas y sofisticadas clínicas – 65 autorizadas– hasta un indeterminado número de centros de estética “de garaje”, que las autoridades intentan controlar (ver recuadro).
Pero ya da una idea que se encuentran cirugías estéticas que oscilan entre 4 millones de pesos, como una blefaroplastia o reparación del párpado, hasta otra de 9 millones, como la abdominoplastia (reparación de pared abdominal).
Los datos del Ministerio indican que en Antioquia la inyección de toxina botulínica (botox) ocupa el primer lugar entre las intervenciones no quirúrgicas (4.468 tratamientos), cuyo precio es muy variable.
La operación más frecuente fue la blefaroplastia mencionada (3.079 intervenciones), seguida de la liposucción abdominal (1.917) y la mamoplastia de reducción (1.591).
Pero el mercado dicta otras magnitudes. Según el gerente de Quirófanos El Tesoro, Jorge
Humberto Rodríguez Ortiz, en tres años y tres meses de funcionamiento se han realizado 13.300 cirugías, un 56 % de implantes mamarios, que valen unos 5 millones de pesos. Les siguen las liposucciones y las costosas abdominoplastias y las más económicas para corregir párpados caídos.
Cuentas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (Isaps, por su sigla en inglés) reportan que en Colombia se practicaron 548.635 procedimientos estéticos (quirúrgicos y no quirúrgicos) en 2015, el 2,5 % del total global registrado. Eso arroja un promedio de 1.503 cirugías cada día, o sea, 62 por hora. Colombia es séptima en el mundo, según Isaps (ver gráfico).
La entidad indica que liposucción, aumento del busto, abdominoplastia, cirugía de párpado y rinoplastia (cirugía de nariz) son los procedimientos más comunes en Colombia.
Pero a ese universo de intervenciones se sumarían más en próximos años, a raíz del condicionamiento que la Corte Constitucional hizo en abril a la Ley
1799 de 2016, para permitir a personas de 14 años en adelante someterse a cirugías plásticas con permiso de sus padres. Pero cirujanos consultados por este diario coinciden que es muy bajo el porcentaje de niños intervenidos (ver recuadro).
Por otra parte, las mujeres son el 93 % de las pacientes en Quirófanos El Tesoro, de acuerdo con Rodríguez, aunque destacó que los pacientes masculinos van en aumento: “Vienen a que les marquen pectorales y abdomen, implantación de glúteos y a reducir su mentón”.
Detalles del negocio
En cuanto al costo, varía dependiendo de insumos, duración de la intervención, las hay de 30 minutos y hasta de 6 horas, y el mix (mezcla) de cirugías o procedimientos que se hagan el mismo día, explicó Alfredo Patrón Gómez, presidente de la seccional Antioquia de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (SCCP).
Agregó que los precios en el país son cerca de 50 % más bajos que los cobrados en los Estados Unidos. Así, por ejemplo, una mamoplastia de aumento en ese país costaba en 2016 cerca de 4.000 dólares (12 millones de pesos de ese año), mientras que en Medellín se cotizaba a seis millones.
¿Las formas de pago? La regla general es pagar la mitad antes de la cirugía y el resto al salir de la clínica. Pero Rodríguez agregó que hay conversaciones con bancos para abrir líneas especiales de financiación.
En todo caso, los precios competitivos del país atraen el turismo, pero cuantificarlo es limitado. El clúster de salud de Medellín y Antioquia registró que el 9 % de pacientes internacionales que atendieron entidades adscritas vienen a la ciudad a practicarse cirugías plásticas.
En tanto, Rodríguez indicó que un 6 % de pacientes mensuales proviene de Estados Uni-
dos, República Dominicana, Costa Rica, Panamá y, en menor proporción, de Europa.
En ese contexto, resulta llamativa la postura hacia el turismo de estos servicios que tiene Carlos Mario Montoya Serna, secretario de Salud de Antioquia: “Puede prestarse para tráfico de órganos y nos bloquea camas de cuidados intensivos para nues- tros usuarios con patologías que requieran atención urgente”.
Protección para pacientes
Medidas eficaces para prevenir los daños a la salud e integridad de las personas en la prestación de servicios médicos y quirúrgicos con fines estésticos son incluidas en un proyecto de ley que se está tramitando en el Congreso de la República, y en el que participa el MinSalud.
A raíz de las muertes ocasionadas por irregularidades en el servicio, dicho proyecto propone hacer más rigurosas las exigencias a las instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS) donde se realizan las intervenciones y autorizar únicamente a médicos especialistas del Registro de Talento Humano en Salud (Rethus).
La legislación también haría más exigente y detallado, según Minsalud, el consentimiento informado, para que el paciente conozca de forma explícita los riesgos a los que se expone, el tipo de medicamentos e insumos que se utilizarán, otras opciones para lograr el fin estético que busca, así como una valoración psicológica que se incluirá en el documento.
En cuanto a los menores de 18 años de edad, se prohibiría la publicidad que induzca a una mayor demanda de este segmento de la población, o que sugiera que dichos procedimientos impulsan el éxito deportivo, profesional y sexual o ayudan al niño a ser más popular o tener aceptación social.
Por último, el proyecto de ley prevé sanciones de hasta 10 mil salarios mínimos mensuales, si no se garantiza el cumplimiento de las condiciones establecidas para ese servicio