¡Vivas! para el boxeo de Colombia
El pugilista antioqueño venció al campeón olímpico Arlen López, de Cuba, en la Serie Mundial.
Carlina Palacios, una matrona urabaense que trabajaba en casas de familia para sostener a sus hijos, es la responsable de que Colombia celebre hoy el triunfo de Jorge
Vivas en la Serie Mundial de boxeo sobre el campeón mundial y olímpico, el cubano Arlen López (75 kg).
En 2010, el púgil estaba dispuesto a abandonar este deporte por la falta de apoyo en su región (nació en Turbo, pero se hizo atleta en Carepa) y ella no lo dejó. “Me pidió que siguera, que contaba con todo su respaldo, que no podía echar al aire tantos años de sacrificio”, relata el boxeador.
El sábado, al escuchar la decisión unánime de los jueces que lo daban ganador, lanzó un grito que se escuchó en toda la plaza de Soledad, Atlántico. Y pensó en ella, en la mujer que ahora tiene descansando gracias a sus progresos deportivos y económicos.
“Todo el tiempo la tengo presente, cuando estoy peleando y siento fatiga, pienso en mi madre. También le doy gracias a Dios por tenerme bien y, por su puesto, en mi mente aparecen las imágenes de mis hijos Mayte Lorena (10 años) y Jorge Andrés (2)”.
Vivas tiene 28 años (se inicó a los 15) y aunque el boxeo le ha permitido salir adelante, confiesa que no quisiera que sus heredores lo practicaran.
“Una vez iba con mi niña en la moto y me dijo: ‘pa, a usted todo el mundo lo conoce, yo quiero ser como usted’. Le respondí, ¿cómo así, importante? Y me contestó, no pa’, boxeadora. Entonces le insinué que practicara atletismo, pesas y otra cosa, y que estudiara. No veo a mis hijos tirando puños, uno que ha pasado por esto sabe las dificultades. La vida del boxeo no es fácil”.
Triunfo anhelado
Después de compatir aspectos personales, Jorge Vivas habla del combate. Recuerda que con el isleño se ha enfrentado cuatro veces, con dos triunfos para cada uno. “Hace rato buscaba esto, ganarle a alguien de tanto nivel y experiencia es algo maravilloso para mi carrera”.
Advierte que no planteó nada, que había estado observando las peleas de López y lo notó un poco lento. “No sé si es que el peso le esté dando duro, o confía mucho en su pegada y siempre quiere noquear. Le contrarresté la fuerza con mi velocidad”.
Al bajarse del ring, el cubano lo felicitó y luego, afuera, le reiteró los elogios. “Me dijo: nosotros dos somos lo que somos en América”.
Por ahora Jorge está tranquilo, señala que quiere seguir haciendo historia en el campo aficionado, pero no descarta que una mejor oferta lo lleve al profesionalismo.
Su desempeño contribuyó al triunfo 3-2 del equipo colombiano (Los Heroicos) ante Los Domadores de Cuba. Un logro que enorgullece al país y a Carlina, la mamá que hace siete años no lo dejó abandonar el boxeo