NARCOTRÁFICO
Aunque ahora no esté “de moda”, quiero acercarme a este tema, pues siempre será de actualidad.
Uno de los problemas sociales más grave que tiene el mundo de hoy, es el narcotráfico. De él se derivan dos problemas: el deterioro de la salud o muerte de los consumidores y la violencia y muerte que el tráfico genera. El Informe Mundial sobre las Drogas 2016, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ( ONUDD), calcula que 1 de cada 20 adultos, es decir, alrededor de 250 millones de personas entre 15 y 64 años, consumieron por lo menos una droga en 2014. La prevalencia anual del consumo de cocaína ( el tráfico de cocaína es el gran problema colombiano) permaneció estable a nivel mundial en el período 1998-2014, oscilando entre el 0,3 % y el 0,4 % de la población de 15 a 64 años de edad. Se estimaba que en 2014, 18,8 millones de personas en el mundo, consumían cocaína.
¿ Quién recibe los beneficios económicos por el tráfico de las drogas? Ya para el año 2000, según el profesor de la Universidad de Pittsburgh, Michael Kenney, después de la desarticulación de los grandes carteles colombianos, el negocio, en Colombia, estaba en manos de múltiples y pequeñas organizaciones más especializadas. El informe anual de la ONUDD de 2014 aseguraba que el tráfico de drogas (opiáceos, cocaína, cannabis y drogas sintéticas) había movido 320 mil millones de dólares, de los cuales, la cocaína representaba 85 mil millones de dólares (el presupuesto de Colombia para 2017 no llega a 74 mil millones de dólares).
Después de la guerra fratricida de final del siglo XX contra el narcotráfico, que solo consiguió desangrar a Colombia, se multiplicaron los empresarios, el consumo sigue igual y la danza de narcodólares continúa, es claro que el método usado hasta el momento en el mundo es un fracaso. Ustedes creen que los múltiples actores que en el mundo (muchos en Colombia) se reparten esos 320 mil millones de dólares anuales, ¿van a renunciar a ellos? ¡Ni a las buenas ni a las malas! A ninguno de ellos les interesa que el negocio se acabe: ni por represión ni por legalización. ¿Cuántas personas y organizaciones, a nivel global, se benefician de esa multimillonaria cifra?