Robledo está bajo el azote de tres bandas delincuenciales.
Este año van 28 homicidios, 40 desplazamientos y 60 amenazas en la comuna, según autoridades.
El ataque indiscriminado que dejó tres jóvenes muertos en una barbería del barrio El Volador, es el nuevo episodio de una situación de inseguridad que el crimen organizado instiga en la comuna de Robledo desde el año pasado.
El incidente, tal cual narró el comandante de la Policía Metropolitana, general Óscar Gómez, sucedió al mediodía del martes anterior, cuando dos sicarios en moto llegaron al local de la calle 73 con carrera 69.
El parrillero descendió del vehículo y acribilló a tres personas: el barbero Diego Alejandro Galeano Muñoz, de 20 años, y los clientes Duván Alexánder Londoño Llanos y Diego Mauricio Gómez De Ossa, de 21 y 23, respectivamente.
El 24 de mayo pasado hubo otra incursión sicarial a mansalva en otro punto de Robledo. Los agresores arribaron de noche a un parque del barrio Aures N°2 y dispararon contra un grupo de personas que consumía drogas. El resultado fue un adolescente de 16 años muerto y tres heridos.
En lo corrido de 2017 la comuna ha padecido 28 asesinatos, según la Alcaldía de Medellín; el año pasado, en total, fueron 56. Esto implica que en los últimos 18 meses ha ocurrido un homicidio cada 6,4 días en la zona (84 casos).
A esto se suma la zozobra por la presencia de 15 bandas, dedicadas a la extorsión, el tráfico de estupefacientes, intimidaciones y control social.
La Personería emitió una alerta a las autoridades, “para que se tomen las medidas necesarias”, pues a la fecha ha registrado 40 casos de desplazamiento forzado y 60 de amenazas a la comunidad.
Juan Fernando Gómez, personero delegado para los DD.HH., indicó que “hay una alta vulneración a los derechos en esta zona noroccidental de la ciudad, en especial contra quienes por su condición (de fragilidad) gozan de especial protección por parte del Estado”.
Frente al panorama, el secretario de Seguridad, Gustavo Villegas, dijo que la Alcaldía está realizando una intervención in-
tegral en este y otros puntos críticos. “Eso implica que no solo llegamos con Fuerza Pública, sino con oferta institucional, atención en salud, educación y mejoras en servicios”, acotó.
Choques entre combos
Hasta el 2013, la hegemonía delincuencial en el sector la ostentaba la “Odín Robledo” (Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico), una confederación que cobija a bandas de la franja occidental de Medellín.
Ese grupo imponía las fronteras y normas de comportamiento a las demás facciones de la comuna, hasta que la captura y posterior condena de su máximo líder, Freyner Ramírez (“Carlos Pesebre”), alteró el orden criminal.
Desde entonces comenzaron a incursionar clanes de afuera y otros se sublevaron. Según investigadores judiciales consultados por EL COLOMBIANO, desde 2016 se han desatado tres conflictos entre combos de Robledo y otros ubicados en los límites con Castilla y Doce de Octubre.
Entre los grupos involucrados están “El Diamante”, “La Iguaná”, “la Oficina de Córdoba”, “Nuevo México”, “El Hueco de la Candelaria”, “Aures” y “La Matecaña”.
También se presentaron violentos reacomodos, con homicidios selectivos y atentados, por las recientes capturas de tres cabecillas de estas estructuras: alias “el Diablo”, “Alejo Cachama” y “Duque” (ver el recuadro).
El triple homicidio de la barbería está en investigación, pero una de las hipótesis de las autoridades es que se deriva de estas pugnas entre delincuentes.
El secretario Villegas comentó que en Robledo hay dos situaciones complejas, que han propiciado la mayoría de homicidios.
La primera es de orden so- cial y sucede en el sector residencial Nuevo Occidente, que alberga a “personas que llegaron reubicadas de otras zonas y se han presentado conflictos por convivencia”.
La segunda es la disputa entre bandas que ven en la comuna un corredor estratégico entre el Occidente antioqueño y Medellín. “Esto incluye el corregimiento San Cristóbal y la Vía al Mar, por donde pueden ingresar narcóticos y armamento que se comercializa en la ciudad”, afirmó Villegas.
Otro botín son las extorsiones a rutas de buses, urbanizaciones y casas, locales comerciales y camiones distribuidores de alimentos.
La Alcaldía habla de medidas integrales para responder a esta problemática, y la comunidad espera resultados