Bernardo, el filósofo que reta a grandes maestros
Un ajedrecista sin títulos sorprende a las figuras del Continental en Medellín. Se forjó “jugando con viejitos” en La Milagrosa.
Un estudiante de Filosofía de la Universidad de Antioquia, sin ningún título en ajedrez, sobresale entre las grandes figuras del Continental que se realizará en Medellín hasta el domingo.
Bernardo Andrés Henao, de 23 años, se dio el lujo de vencer al GM David Arenas, al MF Luis Guillermo Blandón y hacer tablas con el GM cubano Alonso Bacallao y el canadiense Thavandiran Shiyam.
Aunque no tienen gran renombre, los diez años de práctica dan cuenta de un apasionado por el juego ciencia. “He competido en la región, pero por la situación económica no he tenido la posibilidad de ir a jugar a otros lados. En Antioquia el nivel es duro y las condiciones no dan para que todos salgan”.
Sus inicios en este deporte se remontan a la infancia. Cuenta que el primer profesor que tuvo fue su papá (Fernando), quien falleció de un infarto cuando Bernardo tenía 11 años. Al principio no sentía tanta atracción por los tableros, pero, coincidencialmente, después de ese episodio algo extraño sucedió y su adolescencia estuvo marcada por el ajedrez.
Con su mejor amigo, Santiago Cadavid, quien llevaba más tiempo en el juego, empezó a frecuentar diariamente el parque del barrio La Milagrosa. “Ese era nuestro lugar de encuentro, allí jugábamos con los viejitos que al principio nos ganaban y al mismo nos dejaban grandes lecciones”. Además jugar, allí encontraba gente que le hablaba de su padre, otro gomoso del tablero.
Abriendo camino
Cuando empezó a superar a rivales de mayor experiencia, sintió la necesidad de buscar clubes y la liga. “Me apasioné por este mundo, me encanta”, señala este hombre que se prepara mirando las partidas de los grandes maestros y leyendo libros. “Siento que tengo buen nivel y sé que podría ganarle a cualquiera, pero la falta de constancia y entrenamiento hacen que no tenga tanto elo (2059). Alcanzar el título de GM, aunque difícil, sería espectacular”.
En los últimos días ha tenido más disciplina y asegura que no sabe hasta dónde pueda llegar. Su única certeza es que el ajedrez le produce pla- cer: “a todo el torneo que pueda, asistiré, obviamente con el ánimo de ganar y actuar frente a los mejores”.
Es tanta su pasión que, por andar jugando, no ha podido terminar su carrera profesional. No tiene un trabajo fijo y asegura que se sostiene con el dinero que gana dictando clases de ajedrez a niñas del barrio El Salvador. Por ahora, descresta en el Continental disputado en Medellín