OEA: sin consenso sobre Venezuela
Mientras en Venezuela marchaban para pedirle al organismo sentar posición contra la Constituyente, en Cancún primaron las diferencias entre cancilleres.
El organismo multilateral no se puso de acuerdo para hacer una declaración sobre la situación política y social. Acá, lo que le espera al país, que completa 80 días de protestas.
Cuando se completan 80 días de marchas en Venezuela contra el Gobierno, miles de ciudadanos salieron a las calles de Caracas para llamar la atención de los cancilleres de la OEA, que ayer discutían la posibilidad de firmar una resolución contra el pedido de Nicolás Maduro de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
“La represión es inmensa. Nos sacó la Guardia Nacional. De nuevo, expresamos nuestro descontento por la convocatoria de Maduro, pero una vez más encontramos la violencia desmedida de los cuerpos de seguridad, que no distinguen ya entre niños, mujeres y adultos”, relataba en la tarde María Teresa Belandria, experta en asuntos internacionales, mientras crecía la expectativa por la reunión de la OEA, en Cancún, México.
Según Belandria, la cita de los diplomáticos pudo marcar un precedente: una declaratoria conjunta, con una mayoría de votos (los de 23 de los 34 estados adscritos), que alertara sobre los riesgos de una Constituyente que nunca fue consultada con los venezolanos, pero eso nunca sucedió.
Sin embargo, ella misma era consciente de la decisión que se tomó, de que la reunión podía ser dilatada por Venezuela con declaratorias que desviaran el tema de la Constituyente (ver paréntesis) y que un consenso podía tomar tiempo.
En efecto, los cancilleres pusieron a votación un texto que habían discutido al mediodía , pero éste no logró reunir los 23 votos -de 34 países- requeridos: hubo 20 votos a favor, ocho a abstenciones y cinco en contra.
Pese al fracaso en Cancún, Belandria considera una pequeña victoria el hecho de que se lograra mantener el recurso
de las consultas abiertas (reuniones futuras) entre los diplomáticos. “Eso es positivo para Venezuela, porque significa que nuestra crisis no se cierra y no depende de coyunturas para retomarse”, apunta.
Difícil consenso
Las dificultades, previstas por expertos en Venezuela desde que se planteó la reunión, se hicieron ver en la tarde de ayer, al inicio de la cita, cuando había sobre la mesa solo dos propuestas de resolución muy disímiles y sin apoyo de la mayoría. La primera, redactada por EE. UU., México,
Canadá y Panamá, pedía cancelar la Asamblea Constituyente y liberar a los políticos presos, mientras una segunda, respaldada por los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), los aliados tradicionales de Venezuela, era más blanda y solo llamaba al diálogo para hallar una solución a la crisis.
No obstante, en la mitad del encuentro, las agencias internacionales reportaron la salida repentina de Delcy Rodríguez, canciller venezolana, quien expresó: “No reconocemos ni la reunión, ni tampoco las resultas cualesquiera que ellas fuesen de esta reunión, así sean en tono, alto, medio, bajo. Venezuela no reconoce ningún producto que venga de esta organización (OEA)”.
La diplomática se refería a la primera propuesta, que contemplaba reconsiderar “la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, tal y como está concebida actualmente”, “absoluto respeto a los derechos humanos, al Estado de derecho, a la separación de poderes, a los procesos constitucionales, inclusive un calendario electoral”.
Aunque el documento no pudo ser aprobado, sobre todo por las presiones de Venezuela a sus aliados caribeños, Emilio Nouel, abogado que asesora a la oposición caraqueña en asuntos internacionales, comenta que las decisiones de la OEA siempre se verán obstaculizadas por el grupo de países del Caribe cuyas rentas dependen del petróleo venezolano, pero que en caso de haber un consenso futuro para una declaración fuerte, esta corre el riesgo de ser solo un señuelo para evadir el problema fundamental de Venezuela: “Una crisis económica, política y social sin solución visible”