Canciones de antes, ahora en web
La música de Darío Gómez hoy suena en Curazao, Australia, Bélgica, Egipto, Israel, Japón, Indonesia y Nueva Zelanda. No es el único artista popular que revive sus éxitos en Internet.
Artistas que han digitalizado su catálogo musical encontraron en estas plataformas la posibilidad de revivir sus éxitos.
Darío Gómez no tenía ni idea de que su música iba a ser descargada en Sint Maarten, la parte neerlandesa de la isla de San Martín en el mar Caribe. Cuando comenzó a tener éxito con canciones populares, en las décadas del 80 y el 90, se vendían discos, los vinilos que hoy son artículos vintage de colección. Para que una canción suya sonara en Sint Maarten, alguien tenía que llevarlo en la maleta.
Después de 40 años de carrera, él y decenas de artistas contemporáneos, dueños de los derechos de sus canciones, encontraron en la distribución de sus temas en plataformas musicales como iTunes, Spotify, Deezer, Amazonmusic y Google play, la opción de que sus éxitos se sigan escuchando, y de conocer más a sus fanáticos, no importa lo lejos que estén.
Daniel Restrepo, gerente de Jm World Music, uno de los sellos locales que realiza el trabajo de distribución digital de cientos de canciones de antaño, confirmó que desde que comenzó el proceso hace dos años, la música de Darío Gómez ha sido descargada en Suecia, Curazao, Australia, Bélgica, Egipto, Israel, Japón, Indonesia y Nueva Zelanda. Nadie es eterno en el mundo suena en algún dispositivo a millones de kilómetros de distancia.
La música popular, en especial, no estaba digitalizada. “Nosotros les ayudamos a los artistas que entienden poco de lo digital y les explicamos cómo funciona hoy la industria musical. Muchos son independientes y dueños de sus catálogos, pero no habían llevado a internet sus canciones. Empezamos a asesorarlos, así como a sellos independientes que tenían fonogramas antiguos”, confirma Restrepo.
El proceso
La música original en décadas pasadas quedaba en cintas en las que se grababan los instrumentos por separado. Restrepo cuenta que muchos músicos llegan con sus cintas, otros con el vinilo, y que con ayuda de los ingenieros y los nuevos programas realizan el proceso que por canción dura, como mínimo, cuatro días.
“Los temas salen con excelente calidad, la necesaria para que compita en las plataformas de streaming, incluso a los videos viejos se les puede dar una mejor resolución para que los incluyan en su canal de YouTube”.
Otro trabajo diferente es el de distribución. “Nosotros tenemos contacto directo con las tiendas online. Esto nos ayuda a gestionar que una canción ingrese a una lista de reproducción y sea destacada”, precisa Restrepo.
El contacto
La digitalización de sus canciones ha hecho que, por ejemplo, Darío Gómez conozca de primera mano si una canción suya
fue comprada o solo escuchada, en qué lugar del planeta sucedió, además si fue un hombre, una mujer y su edad. Eso les da información que antes no podían precisar y así generar un vínculo con sus seguidores.
Algunos artistas sacan sus estadísticas ellos mismos, otros recurren a quienes les hicieron la digitalizaron para que les den datos precisos. Restrepo añade que “las estadísticas de YouTube les dicen hasta desde qué aparato los vieron, un celular, un ordenador, una tablet o un portátil. Ellos reciben con gratitud estos datos y se dan cuenta de que suenan en otros lugares, muy lejanos. A partir de esos datos, planean visitas promocionales y hasta giras”.
El rey del despecho acabó de llegar de Europa. “Se presentó en lugares donde nunca había ido, como Alicante y Valencia. Para ellos llegar a internet fue lo mejor que les pudo haber pasado, traspasaron fronteras”, cuenta Héctor Granada, quien trabaja con Darío Gómez.
Los éxitos
El procedimiento de digitalizar su música no ha sido solo para Gómez, catálogos de Lucho Bermúdez, Rodolfo Aicardi con Los Hispanos, Los Legendarios, Julio Jaramillo, Los Pamperos, Euclides Leal, Los Relicarios y Las hermanas Calle ya se escuchan una y otra vez en distintas plataformas.
Fernando Burbano, artista popular recordado por su canción El príncipe, ha sido uno de los más felices con esta nueva etapa de su carrera, “los medios digitales para nosotros los artistas son una maravillosa ventana. Nuestra música llega a muchos lugares que no imaginábamos”.
Algo positivo es la venta de canciones, los músicos reciben ganancias de temas que fueron éxitos hace años. También como dueños protegen sus derechos fonográficos.
En este proceso pueden trabajar solos o con intermediarios, lo más importante es saber que sus canciones, esas que alguna vez sonaron sin parar en la radio y en las casas de muchos a todo volumen, se escuchan en países en donde se hablan otros idiomas, pero se canta en español, las canciones de siempre