RICOS SÍ, PERO VULNERABLES
Algunas de las empresas bajo investigación han captado dineros del público por encima de US $8.000 millones.
China tiene el monopolio de la inmensidad en muchos terrenos. El hombre más rico del mundo no es chino sino norteamericano, pero dentro del conjunto de los hipermillonarios del planeta, es imposible ignorar que China se lleva la palma. De acuerdo a las investigaciones de revistas especializadas, ningún país le gana a China en número de multimillonarios.
Allí se acerca a 600 el número de personas que disponen en sus cuentas bancarias sumas superiores a 1.000 millones de dólares. El patrimonio de todos ellos sumados (1,5 billones de dólares ) abarca un monto más abultado que el PIB de un país como España y más de vez y media el de México.
Pero eso no es todo, Beijing, la capital china, es la ciudad escogida por la mayor parte estos potentados para establecer su residencia de acuerdo a un estudio desarrollado por la empresa china Hurun.
En todo caso, ser rico y famoso en el corazón de Asia no es un seguro contra el insomnio. Muy por el contrario. Los últimos acontecimientos dentro de la campaña anticorrupción adelantada por el gobierno de Xi están poniendo una gran presión sobre los grandes capitalistas de origen chino, a quienes les está tocando enfrentar una avalancha de investigaciones sobre sus fortunas, conducidas desde el corazón del gobierno, todo ello dentro del contexto de una muy agresiva campaña anticorrupción y otro proyecto gubernamental encaminado a controlar los capitales de origen chino que se asientan en otras latitudes del planeta.
Un interesante artículo aparecido en el ABC de España ilustra acerca de los más famosos casos que se encuentran en el ojo del huracán en contra del fraude fiscal y del lavado de capitales en los tiempos actuales, para concluir que en China “hay algo casi tan peligroso como ser pobre: ser rico”.
Uno de los principales problemas es que muchos de estos grandes capitalistas de nuevo cuño consiguen montar operaciones colosales con dineros captados del público. Una sacudida en los mercados que vulnere el valor de los papeles detentados por las grandes masas de tenedores o accionistas, genera, al interior del país, un dramático efecto que se puede expresar en turbulencias de carácter social. Algunas de estas empresas bajo investigación han conseguido captar dineros del público por encima de los 8.000 millones de dólares.
Por otra parte, los endeudamientos externos sin control de estos grandes emporios pueden hacer peligrar sus inversiones efectuadas en suelo chino y estas se encuentran repartidas dentro de una miríada de actividades económicas también muy vulnerables que van desde la construcción, los seguros, la industria farmacéutica, la hotelería y la banca.
El resultado es que estas investigaciones emprendidas desde 2015 mantienen alerta y en vilo a la vasta población de magnates. Sobre todo porque, en algunos casos, las autoridades anticorrupción han sacado de circulación a los presidentes de empresas investigados, con el consiguiente escándalo social que ello provoca. Estas inexplicadas “desapariciones” o arrestos ejecutivos, mientras duran las pesquisas, son evidentemente muy mal interpretadas por sus allegados y algunas se extienden por años.
Así pues, no es cómoda la vida que deben llevar hoy los acaudalados millonarios chinos si su domicilio se ubica dentro de las fronteras de su país. Cada día se vuelve más imperativo para las permisivas autoridades comunistas, investigar las causas y efectos de las desmesuradas fortunas de algunos de sus administrados