Silla de ruedas?
Reducida. ¿Hemos pensado en una ciudad incluyente?
dad de construir ascensores en las estaciones Vallejuelos (Metrocable), Bello y Hospital, por el flujo de gente con movilidad reducida que transita por allí.
El recorrido, que toma 5 minutos a pie hasta la estación, les lleva 15 minutos a Luis y Liliana.
Otros espacios
El aeropuerto Olaya Herrera se encuentra adaptado en un 85% para personas con movilidad reducida. Las obras, que vienen desde el 2009, se han enfocado en mejorar aspectos que permitan viajar a cualquier persona. “El punto de atención está diseñado a la altura exigida (70 - 80 cm) para que cualquier persona pueda acercarse y los ascensores cuentan con letras táctiles en relieve”, comenta Jorge Duarte, gerente del aeropuerto.
El Área Metropolitana registra, aproximadamente, 6.500 buses en la ciudad, de los cuales 398 están dotados 187 mil usos de la tarjeta Cívica con perfil de discapacitado se registraron en marzo de 2017 en el Metro.
de plataformas PMR (Personas de Movilidad Reducida), los mismos que utilizaría Luis para llegar a su casa, si este servicio se prestara en su barrio.
Movilidad de todos
Luis se lanza a la calle, los carros pasan por su lado; hubiera querido seguir por el andén pero las escalas se lo impidieron. “Hay poca tolerancia”, dice, alzando la voz, mientras enfrenta vehículos al transitar.
Según Édgar Yepes, funcionario de la Secretaría de Inclusión, es importante entender que facilitar la movilidad a es- 2 % de parqueaderos en edificaciones, deben ser para movilidad reducida, según la Ley 1618 de 2013.
tas personas no solo involucra a los entes públicos.
Yepes recalcó que la Secretaría acompaña, asesora y recomienda, pero que la movilidad reducida es un asunto que culturalmente también se debe entender. “No solo es infraestructura, sino la forma en que nos comportamos”, indica.
Los ojos de Luis se centran en los 25 escalones que hay en la estación Hospital. Transeúntes se acercan, dispuestos, diciendo: “¿Lo subimos?”
¿Falta de educación?
Daniel Echeverry, arquitecto afectado en su movilidad, es-
tudió el tema de accesibilidad en España.
Este profesional sostiene que es poca la formación académica para arquitectos e ingenieros en estos temas. “En cumplimiento de licencias y normativas se ha logrado, pero no se sabe a qué públicos se enfoca”, explica.
Luis Fernando termina la travesía por las calles de Prado y vuelve a casa, en el oriente de Medellín, en taxi. No tiene otra opción.
Así pasan los días para él y Liliana, cuenta, pensando en cómo moverse en la ciudad, para llevar “la papita” a su hogar, donde los esperan sus dos hijas