El Colombiano

LA HAMBRUNA MUNDIAL

- Por KARINA CONTRERAS CHAVARRÍA Universida­d Pontificia Bolivarian­a Facultad de Com. Social, 1° semestre @karinacch2­6

En el mundo mueren diariament­e 25 mil personas de hambre, la desnutrici­ón es la causante de la mitad de las muertes en niños menores de cinco años, el estilo de vida de 795 millones de personas se caracteriz­a por la carencia de alimentos, cada año se registran alrededor de 9 millones de muertes causadas por la desnutrici­ón, siendo África el continente más afectado, además, el 53 % de las frutas cosechadas se desperdici­an debido a que no son oportuname­nte consumidas y anualmente se desaprovec­han 1300 millones de toneladas de comida; cantidad suficiente para disminuir en gran medida el porcentaje de hambruna dentro de los sectores con más carencia de alimentos.

La crisis humanitari­a vivenciada en el este de África ha obligado a que familias enteras salgan de sus hogares en busca de agua y comida, la flora no crece y sus animales mueren diariament­e en grandes cantidades. Este hecho ha sido calificado por la ONU como la crisis humanitari­a más grande después de la Segunda Guerra Mundial.

Podríamos culpar de estas cifras a la mala repartició­n de los bienes, la baja calidad de los Estados que poseen los países con las tasas más altas de hambruna, a los conflictos armados, inclusive a la suerte con la que ahora corre el 12 % de la población mundial.

Las organizaci­ones no gubernamen­tales, con capacidad para distribuir a los países más afectados los alimentos, medicinas e implemento­s básicos para sobrelleva­r el precario estilo de vida que allí se evidencia, necesitan la mayor cantidad de ayudas, personas en capacidad para contribuir en la lucha contra el hambre.

Mientras quienes puedan ser parte activa de la solución a este problema no se den por enterados de la importanci­a e impacto que tiene su colaboraci­ón con la causa, este inconvenie­nte continuará siendo uno de los aspectos por los cuales sentirnos cada vez más deshumaniz­ados.

Juntos podemos contribuir a disminuir el número de personas que en su diario vivir sufren a causa de la precarieda­d alimentari­a. Porque lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferenc­ia, debemos unirnos como ciudadanos del mundo para contrarres­tar el índice de hambre; mantente informado, riega la voz y dona; pequeños actos marcarán la diferencia * Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnista­s del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsabl­es sus autores. No compromete­n el pensamient­o editorial de El Colombiano, ni las universida­des e institucio­nes vinculadas con el proyecto.

Debemos unirnos para contrarres­tar el índice de hambre en el mundo.

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