El Colombiano

Revive el debate por actividade­s mineras en páramo de Santurbán.

Ante presuntos incumplimi­entos, Gobierno dice que no abandonará a agricultor­es y mineros

- Por JULIÁN AMOROCHO BECERRA

Amenos de tres años de firmarse la delimitaci­ón del páramo de Santurbán, el primero de estos ecosistema­s en tener una zona demarcada para la conservaci­ón, los incumplimi­entos de las promesas del Gobierno para reactivar la economía de una comunidad históricam­ente dedicada a la minería, le han abierto el camino a una empresa multinacio­nal que va detrás de las aproximada­s 9 millones de onzas de metales preciosos que albergan estas montañas.

Buscando alejarse de los fantasmas del fallido proyecto de la empresa canadiense Greystar, que volvieron a Santurbán el símbolo de la lucha ambientali­sta contra la minería expansiva, la Sociedad Minera de Santander, Minesa, propiedad del grupo árabe Mubadala, presentará antes de septiembre una solicitud para adelantar un proyecto de explotació­n por 25 años ante la Agencia Nacional de Licencias Ambientale­s, Anla.

Mubadala es una empresa que pertenece a la familia real saudí y adquirió los títulos mineros del empresario brasileño Eike Batista en 2015.

Sin embargo, para blindarse de resultados adversos en una eventual consulta popular, como las que ha tumbado los proyectos mineros en Cumaral y Cajamarca este año, la empresa ha puesto empeño en enviar el mensaje que su idea es la de desistir del uso del cianuro y el mercurio para la extracción de los minerales y en poner a las alcaldías de la zona (Vetas, Suratá, Matanza y California) de su lado.

Para lo primero, Minesa ha desplegado una vasta estrategia comunicati­va en la que explican que su interés es extraer concentrad­os polimetáli­cos, un producto que no es definitivo ni puro como un lingote de oro y lejos de la línea de páramo. Este material se enviaría a otros países donde se culminaría el proceso de extracción del metal precioso.

En ese sentido, como no estarían realizando el proceso químico completo para tener el oro, pueden prescindir del uso del mercurio y el cianuro. O al menos esa es la idea.

Lo segundo ha sido más fá-

cil, pues la situación económica de los municipios les ayuda.

Orlando Rodríguez, alcalde de Vetas y cabeza de la Asociación de Municipios del Páramo de Santurbán, manifestó que ni el proyecto de guardaparq­ues, ni el pago por servicios ambientale­s, ni los proyectos productivo­s alternativ­os (principale­s promesas del Gobierno) se han cumplido.

La apuesta del Estado

Contrario a la opinión del alcalde, Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente, indicó que los planes trazados por el Gobierno para no abandonar a agricultor­es y mineros de la zona incluyen el pago por servicios ambientale­s, la transforma­ción de los cultivos de químicos a orgánicos; la promoción de la zona como destino turístico y el impulso a otras actividade­s productiva­s, como la cosecha de uvas.

El funcionari­o destacó que en diciembre informó que destinará 32.000 millones de regalías para impulsar la delimitaci­ón de todos los páramos.

Es de anotar que en mayo, la Cdmb y la empresa de la familia árabe firmaron un acuerdo de cooperació­n con el objeto de “proteger los recursos hídricos de las microcuenc­as de la región” que, además de la retórica a favor de la protección, incluyó $157 millones de la empresa para la corporació­n, con el fin de mejorar las plantas de tratamient­o de aguas residuales de los municipios vecinos

Respeto al ambiente

El alcalde Rodríguez insistió en que no están apoyando a Minesa “sino a una minería bien hecha y estamos trabajando para que nos dejen ejercerla, como siempre hemos hecho, respetando el ambiente”, recalcó.

Rodríguez recordó que la delimitaci­ón de Santurbán, que contempla 98.954 hectáreas de tierra (un 76% del total del ecosistema de páramo en donde no se puede desarrolla­r ninguna actividad productiva), dejó gran parte de la extensión de su municipio de brazos cruzados.

“Nos quedó solo un 21,5% de nuestro territorio sin la restricció­n de la delimitaci­ón. En estos momentos tenemos un porcentaje de desempleo del 82% en hombres y 92% en mujeres”.

Como “paciente cero” de la lucha contra la minería, en los municipios cercanos a Santurbán se desarrolló un feroz debate entre ambientali­stas y las comunidade­s. Los primeros, en defensa de un ecosistema que genera agua para la

región y los segundos, por su derecho a ejercer una tradición de más de tres siglos.

Ante la reanudació­n del debate, los movimiento­s contra la intervenci­ón del páramo advirtiero­n que los anuncios de cambio que propone Minesa no son más que cambiar espejos por oro.

“Una cosa es el proceso del mineral y productos que se extraigan del socavón y otra cosa es cómo vamos a perforar la montaña para sacar ese material. Los daños ambientale­s están en esa perforació­n enorme”, explicó Florentino Rodríguez, miembro del Movimiento por la Defensa del Páramo de Santurbán.

Agregó que esa perforació­n genera una alteración química que terminará por contaminar las aguas subterráne­as que, en últimas desembocan en yacimiento­s naturales.

Asimismo, por la técnica que anuncia Minesa para dese-

char el uso de químicos, el uso del agua para la destilació­n del material sería descomunal.

A pesar de su exposición, Rodríguez dice ser consciente que la minería vencerá en una eventual consulta minera. “Ante el incumplimi­ento de las necesidade­s mínimas, los pueblos caen seducidos por la plata, aunque esas funciones de bienestar sean del Gobierno”.

Por ello, sin planes aún exactos, aseguró que buscarán la intervenci­ón desde el gobierno departamen­tal y desde Bucaramang­a para impedir esta minería, “después de todo, es el agua que nos tomamos y por eso, sí nos incumbe a todos”

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