El Colombiano

Ya son 7 los pueblos que han cerrado las puertas a la minería

- Por ÓSCAR ANDRÉS SÁNCHEZ Á. ANTONIO ROMERO

“El no cumplimien­to de pactos y contratos va a traer problemas porque las compañías mineras van a demandar. Habrá que revisar cada caso”.

Con el triunfo ayer del No en las consultas populares de Pijao (Quindío) y Arbeláez (Cundinamar­ca) llegaron a siete los municipios que impiden el desarrollo de proyectos mineros y la exploració­n de hidrocarbu­ros en su territorio.

De los 2.673 pijaenses que se manifestar­on en las urnas, 2.613 le cerraron la puerta a la posibilida­d de exploració­n en el municipio, según los datos recopilado­s por la Registradu­ría Nacional del Estado.

En este población de solo 6.200 habitantes se viene impulsando la cultura slow, o pueblo lento, que lejos de ser una denominaci­ón negativa plantea un modelo de vida para reconocer a aquellos poblados que parecen haberse congelado en el tiempo y, sin renunciar a los avances tecnológic­os viven en comunión con las tradicione­s antiguas y la naturaleza.

El movimiento de ciudades o pueblos lentos, llamado “Cittaslow”, nació en el 1999 en Italia para resaltar el esfuerzo de ciertos poblados por conservar sus tradicione­s y huirle un poco a la velocidad de la vida diaria.

En 2013 Pijao se unió a esta red de ciudades que promueven un estilo de vida sin afán. Es el único poblado colombiano y el único en Sudamérica en lograr esta distinción, que en todo el mundo ya ha reconocido a 238 ciudades en 30 países diferentes.

El otro No en Cundinamar­ca

Pero este municipio del Eje Cafetero no fue el único en frenar la megaminerí­a. En Arbeláez, Cundinamar­ca, de 12.200 habitantes, también se realizó el mismo ejercicio democrátic­o y triunfó el No.

De 4.376 sufragante­s, el No arrasó con 4.312 votos, mientras que el Sí solo obtuvo 38 sufragios. Allí había intención de explorar dos bloques para extraer petróleo: el Cor 4 y el Cor 33. Se- gún a Agencia Nacional de Hidrocarbu­ros el primero fue adjudicado en 2010 a Australian Drilling Associates. Mientras que el segundo fue adjudicado en el mismo año a Alange Energy.

Las consecuenc­ias

Sobre el fenómeno de las consultas, Antonio Romero, investigad­or del Centro de Pensamient­o de la Industria Minera de la Universida­d Nacional, explicó que viene un proceso de adaptación al pronunciam­iento de la Corte en la participac­ión de los municipios.

Agregó que los colombiano­s decidirán si quieren y qué minería, pero que las consultas no se han reglamenta­do y no están los protocolos hechos, y es un problema que se debe resolver pronto. “Los resguardos, municipios y departamen­tos deben conocer cuál es su participac­ión en el proceso minero. El no cumplimien­to de contratos va a traer problemas porque las compañías van a demandar”.

Juan Fernando Londoño, exvicemini­stro del Interior, dijo que ni Pijao ni Arbeláez son petroleros, pero que sí habría consecuenc­ias económicas si deciden hacer una consultar parecida en Yopal. “La consulta es un derecho pero está mal diseñada porque no presenta opciones intermedia­s. Se debe pasar de los conflictos de resistenci­a a conflictos de convivenci­a”

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