Rap en 3D, en el escenario del Metropolitano.
Pixel es el show que llega hoy a la ciudad. Mezcla baile clásico, hip hop y tecnología para dar una sensación en tres dimensiones.
No es un espectáculo solo de tecnología, dice Marjorie Hannoteaux. Para ella, aunque es innovador, es al mismo tiempo, y sobre todo, una experiencia que despierta sensaciones gracias a las imágenes y al baile.
A Julien Seijo, bailarín de hip hop, lo hace sentir vivo. Eso asegura él.
Ambos hacen parte de la compañía Käfig, que presentará hoy en el Teatro Metropolitano a las 8:00 de la noche su show llamado Pixel, con la música del compositor francés Armand Amar. “Hay mucha poesía, puedes sentir los cuatro elementos juntos”, dice Hannoteaux, la asistente del coreógrafo Mourad Merzoukie.
“Es la relación entre la tecnología y el hombre, en la que no nos estamos enfrentando, sino en la que estamos juntos. Es un show orgánico, que tiene vida”, asegura Julien Seijo.
Con él y con Marjorie Hannoteaux hablamos sobre Käfig y Pixel.
¿Cómo nació la idea de mezclar video mapping y arte en el escenario?
MH: “El coreógrafo Mourad Merzoukie decidió combinar danza y tecnología hace cuatro años cuando conoció a dos personas dedicadas a la artes digitales: Adrien Mondot y Claire Bardainne. Merzoukie quiso que esas disciplinas, danza y tecnología, se mezclaran para formar el show”.
¿Cómo es el montaje?
JS: “Es un diálogo entre el baile y las imágenes digitales. Algunas veces estas inspiran los movimientos y ayudan a los bailarines a crear sus movimientos o coreografías y a veces se reacciona primero y las imágenes siguen la coreografía. En general, se mantiene un diálogo ”.
¿Qué piensa de que la tecnología llegue a las artes?
MH: “El tema de este show es muy actual porque estamos rodeados de pantallas digitales en todo el mundo. Mourad Merzoukie quería tratar ese tema y mostrar cómo podíamos tener un diálogo con esas imágenes y cómo usarlas de diferentes maneras”.
¿Cuánto tiempo pasan preparando un espectáculo?
JS: “Necesitamos más o menos tres meses y medio trabajando entre cinco y seis días a la semana para crear este show”.
Este espectáculo llega al país por el año de intercambio Francia-Colombia, ¿por qué son importantes estos intercambios culturales?
JS: “Es increíble porque puedes conocer un poco de la cultura y tradiciones de cada lugar. En nuestro caso, ya estuvimos en Cali, y además de sentir la energía positiva de la gente, su interés y su entusiasmo, aprendimos un poco a bailar salsa (risas)”.
¿En dónde han presentado su show?
MH: “Hasta ahora llevamos unas 300 presentaciones, pero apenas empezamos un tour internacional este año. Hemos estado especialmente en Francia y en Europa. Al día de hoy hemos visitados cerca de 20 países. Tenemos planes de ir a los Emiratos Árabes, Israel, Turquía y México”.
¿Qué tan diferentes son las reacciones según el público frente al que se presenten?
MH: “Son muy distintas. Es increíble cómo la gente recibe las emociones que el baile transmite”.
¿Cómo es la preparación de los artistas, teniendo en cuenta que combinan hip hop y técnicas circenses?
JS: “Todos venimos de especializarnos o aprender cualquiera de estas técnicas. Yo, por ejemplo, aprendí acrobacias y circo, y hay también mujeres contorsionistas. Básicamente te-
nemos que esforzarnos y entrenar igual de arduo, casi a diario, para probar los movimientos y técnicas, por ejemplo, trabajar con un aro grande y hacer acrobacias. Yo estoy interesado en la cultura hip hop, así es que mezclamos todo eso: circo, bailarines de hip hop, contorsionismo”.
¿Y le gustaría aprender algo de sus compañeros?
JS: “Estaría bien mejorar mis ‘power moves’ (movimientos libres en hip hop)”.
¿Han considerado usar otras tecnologías?
MH: “Nosotros trabajamos con imágenes que crean ilusiones a través del mapping para darle a la audiencia la sensación de estar ahí, de ver los cuerpos volando, de ver en tres dimensiones, son cosas mágicas.... Y si pudiéramos hacerlo con algo más, claro”