Cuando los poemas nos hablan en chino, ellos nos los desenredan
Hace algunos años, en uno de los salones del Gran Hotel, sentado ante un computador, con un libro abierto reposando en sus piernas, Nicolás Suescún traía del inglés al español un poema de algún poeta del Festival de Poesía, mientras alrededor se revolvía sin parar esa nube amorfa de organizadores, participantes y visitantes del certamen.
El poeta barbado, sin quitarse el sombrero de alas angostas, permanecía abstraído en su labor. Imperturbable, miraba alternativamente las páginas impresas y la pantalla, e iba digitando verso a verso.
¿Cómo traducen los poemas que se leen en parques y recintos, en las actividades del Festival de Poesía? ¿Así, en caliente?
No. Los poemas del Festival se traducen con meses de anticipación, explica Fernando Rendón, el director de la fiesta poética.
Les piden a los invitados que envíen por correo electrónico unos veinte o veinticinco poemas para incluirlos en la compilación que conforma el número de la revista Prometeo, que circula durante el evento. De tal modo que les dé tiempo de traducirlos al español, si están en otros idiomas.
“Ese Nicolás tenía una gran habilidad”, observa Rendón.
¿Y cómo no iba a tenerla, si por años trabajó en la revista Cromos como traductor? ¿ Si tradujo, además, obras de William Shakespeare, Honoré de Balzac, William Blake y Arthur Rimbaud?
Fernando explica que solo en las ocasiones en que un poeta no haya enviado suficientes poemas con anticipación y hagan falta algunos más para las lecturas, recurren a la traducción durante los días que dura el certamen.
De modo que esto era lo que hacía el poeta bogotano aquella vez: traducir poemas de algún autor que no había hecho la tarea completa, la de enviar la cantidad de poemas necesaria y con antelación.
¿Y por qué traducen los poemas para el festival y no se aprovechan las traducciones
En el Festival de Poesía intervienen más de veinte traductores de los versos que se oyen leer en los parques.
que de las obras hayan hecho las editoriales?
Los traducen porque las obras de los poetas que participan en el certamen, no siempre han sido vertidas al español.
Uno de los traductores del Internacional de Poesía es el francés Stéphane Chaumet. No solamente pasa a la len-