AFTOSA COMO OPORTUNIDAD
La aparición de un nuevo brote de aftosa en el municipio de Yacopí (Cundinamarca), lugar que está lejos de la frontera con Venezuela y cerca de la región ga- nadera del Magdalena Medio, ha incrementado la preocupación entre las autoridades sanitarias y los ganaderos.
Infortunadamente, la aparición y la expansión del virus de la aftosa se presentan en una coyuntura muy crítica del sector.
De una parte, la polarización que en el campo político se vive en el país infortunadamente se trasladó al manejo que recientemente se les ha dado a las campañas de vacunación contra la aftosa. Hay sectores de los ganaderos que consideran que estas campañas han sido mal implementadas y que ello ha motivado la presencia del virus.
De otra, el sector ganadero está en medio del proceso de licitación para la designación del nuevo administrador del Fondo Nacional del Ganado, lo que ha puesto de presente la división que existe en el sector.
A pesar del ruido que gene- ran las críticas a las campañas de vacunación, la realidad es que, según los expertos, estas no tienen mayor sustento.
En particular, una voz autorizada, el señor Luis Barcos, director de la Organización Mundial de Salud Animal (OIE) para América Latina y el Caribe, señaló, en una reciente entrevista, que los índices de cobertura de la vacunación del país son muy altos: “están por arriba del 97 o 98 por ciento”. Esto lo lleva a concluir que la “hipótesis (de una mala implementación) es poco seria” pues el virus “no sabe quién aprieta la jeringa” y que “[…] la afirmación, desde mi punto de vista, no corresponde a la realidad”.
La discusión sobre la situación sanitaria deja en claro, en últimas, que el principal problema que enfrenta el sector ganadero es la profunda división que hay dentro del mismo y hace más evidente que, en el momento, no existe una organización gremial que aglutine a los ganaderos y que ejerza el liderazgo suficiente para regir los destinos del Fondo Nacional del Ganado.
En estas circunstancias, que representan un riesgo evidente para el adecuado manejo del Fondo, el Gobierno debería aprovechar la oportunidad para profundizar en la figura de la fiducia como mecanismo de administración de los fondos parafiscales.
Esta figura permitiría, por ejemplo, manejar dos cuentas diferentes en el caso del Fondo Nacional del Ganado. Una cuenta para el ganado de carne y otra para el de leche. En las estructuras de gobierno de cada una de las cuentas se pueden involucrar a las organizaciones gremiales correspondientes.
De otra parte, el Gobierno debería considerar la posibilidad de contratar a las universidades que tienen facultades de Veterinaria o Zootecnia para que se encarguen de llevar a cabo las campañas de vacunación en las regiones. Esto no solo les daría mayor rigor técnico a las campañas sino que crearía mayores lazos entre los ganaderos y las universidades, lo que haría más pertinente la tarea de estas últimas.
El Gobierno tiene, en la actual coyuntura ganadera, una oportunidad de oro para ahondar en modelos alternativos de administración de los fondos parafiscales. Ojalá la aproveche
La discusión sobre la situación sanitaria deja ver que el problema del sector ganadero es la división que hay en él.