Las noticias fuera de lo común nos atrapan

La noticia como tal, históricamente, se ha caracterizado por mostrar lo insólito. La frase: noticia no es que un perro muerda a un niño, sino que un niño muerda un perro, no es gratuita. La noticia misma ha surgido de lo extraordinario, y no es algo de ahora. Desde el siglo XVI, cuando la información de la prensa de época era una hoja que salía cada tantos meses, las que más se leían era sobre brujas, hombres animales y fenómenos extraordinarios, porque es lo que siempre ha llamado la atención. Ahora, con las redes sociales, las fábulas se distribuyen más rápidamente y con un gran alcance, y se impone la vieja idea de que las insólitas llaman la atención y llegan los me gusta, o el retuit. Incluso, se dicen cosas con cierto sentido inverosímil que manipula el contenido. Siempre, a los hombres les ha llamado la atención la publicación de esa información, el problema es que no se queda en lo extraordinario, a veces la verdad cae en ese juego, se inventa, se manipula, se cambian cifras y se cae en la dinámica de la conspiración. En general, la gente tiene inquietudes por conocer algo extraordinario, es una inclinación natural del humano. Independientemente de que hayan empresas informativas que estén en una industria de las noticias, el individuo tiende a poner su mirada en esto. El problema complejo es que el enfoque de las agendas de los medios hoy, sobre todo hablando de la televisión, sigue siendo el mismo, con las noticias que han acaecido en las últimas 24 horas: un accidente, un asesinato, una persona involucrada en un acto ilícito, un político corrupto. Cuando la gente ve eso siente que nada ha cambiado en un país en el que no vivíamos un momento sin conflicto, como se vivió hace más de 40 años.