INICIATIVAS EMPRESARIALES EXITOSAS
“El que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él”. Miguel de Unamuno.
La iniciativa es aquella que proviene del interior de la persona, surge por voluntad propia con el fin de querer emprender una acción. En pocas palabras, es hacer que las cosas sucedan, pero para ello la persona de quien surge la iniciativa debe estar impulsada, motivada a lograr un objetivo que le nazca realizarlo sin que nadie lo mande. Pues nada grande se ha realizado en el mundo sin pasión, todo depende de la actitud y el empeño de quien inicie la acción para cumplirla. Por lo general aquellos que emprenden iniciativas son conocidos como emprendedores, pero en realidad solo los que per- severan logran salir adelante y sacar a flote sus metas, diferenciándose de los que no triunfan. Por lo tanto, el primer paso para realizar algo es tener la iniciativa de querer hacerlo, pero la actitud en definitiva es la que marca la diferencia de quienes convierten sus iniciativas en un éxito o un fracaso. No basta solo con tener la intención de comenzar con el primer paso, sino tener ciertas actitudes y habilidades que le permitan al emprendedor superar barreras o dificultades para lograr la consecución de sus objetivos y permitir estar en el mundo de los emprendedores exitosos, los cuales no corren rápidamente para lograrlos, lanzan sus emprendimientos y trabajan duramente en una maratón de larga distancia en la que se gana y aprende de los errores, una competición de resistencia por la lucha de iniciativas empresariales hechas realidad.
Hay que cambiar el modelo mental en nuestra cultura, que nos ayude a innovar la forma de pensar y ser grandes emprendedores con iniciativas empresariales exitosas, conectarse con el entorno, jugar con él sin dejarse envolver por la opinión de los demás, tener personalidad, confianza en sí mismos y sus ideas, no perder nunca la motivación y emprender.
La clave consiste en no soñar simplemente grandes cosas, sino en proyectarse, despertar, reaccionar y ponerse en acción con hechos decisivos hacia el mundo de los cambios con impactos positivos en la sociedad, donde el rol del empresario se vea reflejado en su empresa para que esta tenga un valor para la humanidad
La actitud es la que marca la diferencia de quienes convierten sus iniciativas en un éxito o un fracaso.