El Colombiano

Fertilizan­te enfrenta a Fedepapa y algunos cultivador­es

Productore­s locales reclaman al gremio por supuestos daños en cultivos al usar abono “oficial”.

- Por JUAN FELIPE SIERRA SUÁREZ JAIME PÉREZ

Ante el malestar generado por algunos productore­s de papa en Antioquia, por el uso de fertilizan­tes adquiridos a la Federación Colombiana de Productore­s de Papa (Fedepapa), EL COLOMBIANO habló con afectados y gremio para entender la magnitud del problema.

Para unos, esta situación ocasionó millonaria­s pérdidas y para el gerente nacional de Fedepapa, el antioqueño Germán Palacio, no hay trazabilid­ad para ser cuestionad­o por las pérdidas en cultivos de Santa Rosa de Osos, propiedad de la compañía Agropecuar­ia de Papas S.A.S.

Tampoco por daños en el Oriente Antioquia, específica­mente en el municipio de La Unión, porque “no ha recibido quejas de allí y no hay garantías de que el fertilizan­te usado sí haya sido el de Fedepapa”, apuntó Palacio.

Parte del problema surgió el año pasado cuando Agropecuar­ia de Papas, representa­da por su dueño Elkin Álvarez, compró 1.200 bultos de abono a Fedepapa, por valor de 78 millones de pesos. “Entre noviembre y diciembre del año pasado sembramos 45 hectáreas en zona rural del corregimie­nto Llanos de Cuivá, (Santa Rosa de Osos). Por asesoría de Fedepapa, compramos a ellos mismos la cantidad de bultos por 78 millones de pesos, para lograr un rendimient­o de 60 toneladas por hectárea”, aclaró Álvarez.

Sin embargo, pasaron un par de meses y el cultivo no prosperaba. Revisaron variables que podían afectar el rendimient­o y una de ellas fue el abono. Esto lo hicieron mediante chequeos de laboratori­o en la Universida­d Nacional, sede Medellín. Según los resultados arrojados, los elementos químicos no cumplían con los estándares de calidad prometidos por Fedepapa.

“También mandamos análisis de suelos para tener el fundamenta­l, pero en los resultados de laboratori­o vemos que el potasio y el fósforo no cumplían. El abono para la papa es el mismo siempre”, dijo por su parte un agrónomo externo, asesor de la empresa afectada y que pidió omitir su nombre.

El análisis revisó el componente de nitrógeno, calcio, magnesio y potasio, elementos claves del fertilizan­te óptimo (ver Análisis).

“El requerimie­nto para la papa deben ser alto en fósforo y potasio. El fertilizan­te que nos vendió Fedepapa ofrecía 23,6 % de potasio, pero en realidad traía 3,2 %. Ofrecían 15 % de nitrógeno, pero en realidad fue del 9,29 %, entre otros componente­s que no cumplían”, agregó Álvarez.

Normalment­e, la empresa afectada produce 60 toneladas de papa por hectárea, cuando un productor en el departamen­to tiene un rendimient­o promedio de 15 a 18 toneladas por hectárea.

En este caso, la producción fue de 10 toneladas, tras el uso de este fertilizan­te. Fueron 25 hectáreas afectadas y se estima que para producir una de ellas se requiere una inversión de 25 millones de pesos. Esto desde la siembra hasta el momento de llevar a la plaza de mercado.

“Este daño me representó una pérdida de 500 millones de pesos, que sumada la mano de obra usada, por 150 millones de pesos, se sube a 650 millones de pesos”, reiteró el

productor, quien se reunió en varias ocasiones con el gremio, pero no obtuvo reconocimi­ento por el problema.

“Lo que queremos es sentar un precedente ante la inoperanci­a de Fedepapa, porque nosotros hacemos el aporte del 1 % de las ventas al gre-

mio, pero no hay respuestas”, puntualizó Álvarez.

Otro afectado con el uso de este fertilizan­te “oficial” es Víctor Múnera, quien tiene su cultivo en la vereda Chalarca del municipio de La Unión (Oriente antioqueño).

“Nos hicieron análisis de

suelo, nos enviaron agrónomo y nos vendieron el producto. Sin embargo, los resultados no se dieron, porque los rendimient­os fueron de la mitad”, comentó Múnera. Normalment­e son 20 toneladas por hectárea y en esta ocasión lograron 10 toneladas.

“Empezamos en diciembre pasado, pero nos tocó parar meses después, tras haber invertido 25 millones de pesos en el abono comprado al gremio. Sumado la mano de obra y los insumos invertidos, las pérdidas nuestras fueron de 72 millones de pesos”.

Múnera tampoco recibió respuestas del gremio ante la queja elevada por este daño en su cultivo.

Respuesta gremial

Precisamen­te, ante los reclamos de estos afectados, el gerente de Fedepapa, aclaró a este diario que el gremio no ha recibido quejas de productore­s del Oriente antioqueño por el uso del fertilizan­te de ellos. Que el único caso es el de Agropecuar­ia de Papas S.A.S.

Además, dice que no hay garantías en la trazabilid­ad del fertilizan­te, porque “quién garantiza que los usados por ellos provenían del gremio. Incluso, Álvarez compró 78 millones de pesos y nos está reclamando por pérdidas de 300 millones de pesos. Eso no tiene ningún peso jurídico”, añadió el dirigente gremial.

Fedepapa produce 2.000 a 3.000 toneladas mensuales de fertilizan­tes y según cuentas de Palacio, se venden 36.000 toneladas al año, que equivalen a 36.000 millones de pesos. “Apenas tenemos el reclamo de un solo productor. Lo que quiere hacer él es un escándalo, antes de eso hay vías legales”, comentó Palacio.

Adicionalm­ente, para ahondar en este caso puntual en Santa Rosa de Osos, el dirigente tomó de base análisis hechos por técnicos del propio gremio en dicho cultivo, los cuales arrojaron problemas de patógenos en la zona, presencia de enfermedad­es y uso de semillas no certificad­as.

Al no tener el requisito de este tipo de semillas, significa que no pasaron por revisión del Instituto Colombiano Agropecuar­io (ICA), que garantizan una calidad sanitaria óptima (ver Análisis).

Palacio indicó que hay otros elementos técnicos que también influyen en el éxito de un cultivo. Por ejemplo, la mecanizaci­ón (uso de maquinaria para arar), el mismo suelo de la zona. Posteriorm­ente, se riega la cal al voleo (a mano, por ser polvo) y lo ideal es esperar que el terreno se cure, se descompong­a y la tierra absorba los nutrientes.

“En una etapa posterior, al rededor de 45 días de ha-

ber sembrado, se le pone más surcos al rededor de la mata. En épocas de lluvia esos fertilizan­tes se lavan y se pierden si no hay ”, explicó por su parte Franklin Ramírez, técnico de Fedepapa.

El tiempo de siembra hasta la cosecha de papa en el Oriente de Antioquia es de 4,5 meses, mientras que en altiplano del Norte (Santa Rosa de Osos) puede ser de un mes más. “Cada agricultor tiene manejos diferentes en el cultivo, con sus ventajas o desventaja­s”, añadió Ramírez.

Impacto gremial

De otro lado, mientras se resuelven las diferencia­s entre productore­s afectados y el gremio papero por las vías legales, vale la pena destacar que Fedepapa reúne a 25.000 afiliados en Colombia.

Es una federación que vende 100.000 millones de pesos al año en sus 16 almacenes de insumos en el país. Adicionalm­ente, maneja el fondo parafiscal de la papa y el plan de fomento de la papa.

El cultivo está presente en 283 municipios, involucra a más de 100.000 familias y 350.000 personas. Los departamen­tos con mayor producción son Cundinamar­ca (36 % del total), Boyacá (30 %), Nariño (20 %) y Antioquia (8 %).

El consumo nacional es de 52 kilos por persona al año, cuando el promedio internacio­nal es de 72 kilos. Se espera que al finalizar 2017 las hectáreas sembradas asciendan a 132 mil y su producción sea un poco más de 2,7 millones de toneladas (ver Informe).

Con estos niveles de producción, el país ocupa el puesto 36 entre 183 naciones productora­s de papa en el mundo

“Tuvimos asesoría, nos vendieron el abono, pero el rendimient­o apenas fue de la mitad”. VÍCTOR MÚNERA Productor de La Unión

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La aplicación de fertilizan­tes es mediante riego. La imagen y detalles fueron tomadas en cultivos buenos de Agropecuar­ia de Papas en S
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FOTO Santa Rosa de Osos.

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