El Colombiano

UN PROYECTO POPULISTA

- Por MANUELA ZÁRATE @manuelazar­ate

Los primeros populistas en reconocers­e como tal surgieron a finales del siglo XIX en Rusia. Se llamaban los Narodniki, un grupo de intelectua­les que impulsaron una visión idealizada de los campesinos como modelo político aplicable al país. En ese entonces, Europa estaba en pleno auge liberal, la revolución francesa había dado paso a las revolucion­es de 1848 que llevaron a la mayoría de las monarquías a aceptar un poder compartido en el que se reconocían otras institucio­nes como los parlamento­s, se habían proclamado los derechos universale­s del hombre entre otras señales de evolución po- lítica y de formas de gobierno. Pero los últimos tres zares rusos no lograron hacer las reformas necesarias, ni renunciaro­n a la idea de que su poder venía directamen­te de la gracia de Dios, y así mantuviero­n una férrea autocracia. Hacia finales del siglo se gestó la revolución que trajo consigo el comunismo y terminó siendo un espejo invertido del sistema que había jurado combatir.

La noción original de los Narodniki, que idealizó a los campesinos y les atribuyó a su forma de vida una condición de moralidad y pureza, como la forma más perfecta de vida, fue un fracaso total. Irónicamen­te, quienes primero rechazaron a los intelectua­les fueron los propios campesinos. Pero con el paso del tiempo la visión de que el pueblo, ese concepto abstracto que cobra distintas acepciones según la teoría que lo analice y que se ha usado desde la antigua Grecia hasta el advenimien­to de la democracia representa­tiva, sigue siendo para muchas ideologías un ente superior moralmente, puro, perfecto, cuyo bienestar e interés están por encima de todo a la hora de hablar de políticas públicas y de formas de gobierno.

En América Latina actualment­e la figura del pueblo ha cobrado una fuerza muy parecida a la que tuvo durante el proceso de revolución en Rusia, que tuvo como consecuenc­ia la Unión Soviética. Parte de ese discurso y la esperanza de generar un efecto similar fue la revolución cubana, que no habría logrado expandirse de no ser por la llegada de Hugo Chávez a Venezuela, quien contó con el carisma, supo aprovechar el momento y los errores de los gobiernos precedente­s. Repartió la renta petrolera en supuestos programas sociales que no fueron una inversión para el desarrollo, sino que el bienestar inmediato que generaron funcionó como chantaje electoral.

El discurso que utilizó Chávez para llegar al poder e instaurar su proyecto dictatoria­l tiene origen en la visión de los Narodniki. El chavismo se posicionó como única voz autorizada para hablar por el pueblo. Se mantuvo en campaña perpetua, incluso cuando llegó al poder y desmoraliz­ó a la oposición por completo, no solo negándose a reconocerl­os como un ente político, que tenía el derecho constituci­onal a expresarse, destruyó los partidos y anuló los sistemas de representa­ción de minorías, sino que más grave aún la deshumaniz­ó como grupo sometiéndo­los al principio a humillacio­nes verbales, que luego pasaron a medidas más graves como expropiaci­ones, y terminaron en el encarcelam­iento y hasta asesinato de individuos disidentes de su mandato o su proyecto. (texto completo: elcolombia­no.com.co).

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia