Reyes de la salsa Richie Ray y Bobby Cruz no se están despidiendo.
Aunque promueven el concierto de mañana como La Despedida, ellos no se van de la música. Ahora le cantan a Dios.
Los Reyes de la Salsa, Richie Ray y Bobby Cruz,
quienes revolucionaron el sonido antillano con sus descargas, cantan el viernes en Medellín, en el Juan Pablo II. Richie conversa antes del concierto, que han llamado La Despedida.
¿Por qué? ¿Es una metáfora o se van de la música?
“Esa es una confusión. Parece que Bobby dijo en estos días que estaba cansado y los medios y los empresarios, a los que les encantan estas cositas, se pegaron de eso. Pero no, no nos retiramos. Seguimos con las grabaciones y con proyectos más maduros”.
¿De qué proyectos habla?
“Estamos con uno que se llama Almost Broadway (Casi
Broadway). Bobby está trabajando en su biografía y estamos preparando un disco con temas cristianos y populares. Estoy en un proyecto de salsa instrumental, de piano con una banda a full: trompetas, congas, timbales; todo... No tiene título todavía, pero estoy pensando en algo como Richie Ray y su piano: salsa, jazz y Beethoven... Nos seguimos moviendo. Ahora estamos locos por llegar a Medellín”.
¿Cómo pasan los días?
“Soy pastor y Bobby también lo ha sido. Tenemos una vida de tiempo completo en dos partes: en el cristianismo y en la orquesta”.
Su conversión al cristianismo ha influido en su música. Tienen temas como Reconstrucción, Juan en la ciudad, Ruth y el señor, Los fariseos y El hijo pródigo. ¿Cree que la religiosidad enriquece su arte?
“Por supuesto que es un privilegio entender el propósito de la Creación. Sé que la música tiene una existencia independiente, propia. Muchos músi-
cos no tienen que ver con Dios y otros sí. Nuestra experiencia ha sido controversial por ser personas del entretenimiento, pero no cortamos con la vida que teníamos antes de encontrar a Dios. La experiencia con Dios sí influye. Por ejemplo, nosotros no te vamos a cantar sobre un amor secreto. Cuando nos convertimos quisimos adaptar las canciones al cristianismo, pero eso les molesta a los seguidores. Eliminamos
canciones que tienen contenido que no está en la forma como vemos las cosas ahora. No quitamos Richie’s Jala Jala,
Agúzate o El sonido bestial, porque no tienen problema. Buscamos que nuestro comportamiento cuadre con la fe. No es que les vamos a meter una Biblia por la boca a las personas; no somos fanáticos. Somos músicos que queremos compartir nuestra experiencia de Dios con nuestros actos”.