“Hasta siempre, don Javier”
“80 años bien vividos, dejó su lugar irremplazable en la tierra para irse al cielo de los que junto a él nos hicieron grandes. Se nos fue un prócer y nace ahora una leyenda. La primavera del 2001 lo trajo a nuestras toldas, su alegría, trabajo, compromiso y entrega, arribaron en el momento justo. Por poco se nos adelanta en la previa de la final con Pasto, el corazón le explotaba como a todos los antioqueños. La libertad, el rompimiento de las cadenas, la vuelta olímpica que se perdieron tantos y tantos que no alcanzaron a llegar a ese diciembre, lo catapultaron como un Rey Midas de nuestras esperanzas. Con el sol de nuestros ideales bien plantados, volvimos a América del Sur y dejamos en el camino a gigantes, nos pusimos de frente ante potencias y salimos triunfantes. Los santos acabaron con nuestros rezos, pero el paraíso ya lo teníamos asegurado. Al junio siguiente, 27 para ser exactos, bordamos un nuevo astro. Ganamos contra todos los pronósticos, tocamos el cielo con los recursos nobles que nos caracterizan, primando nuestra hidalguía, poniendo siempre primero nuestro escudo y nuestros colores. La figura de un hombre que hizo historia, jamás caducará. Agradecemos infinitamente al ‘viejito querido’, a don Javier Velásquez, un padre, un amigo, un guía que nos llevó a lo más alto. Paz en su tumba, el dolor es tan inmenso como su legado”.