60 AÑOS DEL DESFILE
No asistí al desfile de silleteros pero tuve la oportunidad de verlo completo por la televisión. Es algo que nos tiene que emocionar a todos y nos debe llenar de verdadero patriotismo.
Este año hay que felicitar a la Alcaldía, a los organizadores y a las autoridades de policía por el éxito del desfile, al público por el orden y disciplina que vimos durante esas horas de emoción. Y, sobre todo, a los silleteros que otra vez se lucieron y mostraron a los colombianos y a los numerosos turistas que Medellín, Antioquia y Colombia tienen muchos valores positivos para mostrar. Gracias queridos silleteros.
Muchos de los silleteros fundadores han fallecido o no pueden participar, a ellos también debemos agradecer lo que lograron para el futuro de este pueblo. Otros faltaron por enfermedad y entre ellos quiero rendirle un homenaje a Alberto
Hincapié, a quien queremos mucho en nuestra familia y en la familia de EL COLOMBIANO.
En esta clase de eventos son infaltables algunas fallas y olvidos. No se mencionó a Arturo
Uribe Arango, por lo menos en la transmisión, a quien se le debe la idea de hacer desfilar a los silleteros y quien organizó los primeros espectáculos.
El desfile fue adornado, además de los silleteros, por algunos de los carros clásicos y antiguos que también se mostraron la víspera. Grupos de música y danzas recorrieron las calles de Medellín resaltando el desfile y mostrando nuestras tradiciones musicales y sus danzas.
En los primeros desfiles se mostraron las silletas tradicionales en las que traían las flores para venderlas puerta a puerta en Medellín o para llevarlas a la plaza de mercado. Luego se le agregaron las bellísimas monumentales, las emblemáticas, desfilaron los silleteritos y ahora mostraron las silletas artísticas que resultaron bellísimas y de mu- cha imaginación y creación.
Al público, como siempre, lo debemos aplaudir. La presencia y el entusiasmo muestran a un pueblo de paz y de respeto. He dicho siempre y, sobre todo en los peores años de violencia y narcotraficantes en Medellín, cuando en Colombia y en el mundo entero nos señalaban como lo peor, que un pueblo que aplaude al paso de las flores no puede ser un pueblo malo, como nos calificaban. Este pueblo lo sigue demostrando.
Tuve la suerte de ver el desfile de silleteros en Roma y en Pietrasanta, como homenaje a
Fernando Botero, cuando el embajador Fabio Valencia los llevó. Los turistas se tomaban fotos con ellos y no con los soldados romanos, lo que no les gustó a estos últimos. En Pietrasanta una señora lloró y me dijo que a ella la emocionaba ese espectáculo.
La Feria de las Flores se engalana cada año con este desfile, con el bellísimo espectáculo de la exposición de Orquídeas Pájaros y Flores, con el desfile de carros antiguos y clásicos, con los tablados, los trovadores y, sobre todo, con la alegría y disfrute de la gente. ¡Felicitaciones a todos! Que mis contradictores noten que en ningún momento hablé de Juanpa (como le gusta que le digamos), ni de su no colaboración ni presencia para el éxito del desfile
He dicho siempre que un pueblo que aplaude al paso de las flores no puede ser un pueblo malo como nos calificaban.