DE LO LOCAL A LO NACIONAL
En Colombia converge infinidad de medios de comunicación que cumplen las tres promesas básicas que se enseñan desde la academia y el acontecer diario de las regiones, educar para una mejor pedagogía, informar con el sentido pertinente y sin tapujos y entretener sin caer en la monotonía del mismo sudoku o el crucigrama de siempre. Según investigaciones e informes de la Flip, existen 482 medios masivos, que son de corte tradicional e independiente, una cifra que deja mucho que desear.
Algunas palabras que se dicen son ciertas, aunque realmente las personas no han valorado la información de la mejor manera, tal vez por ignorancia como argumentan los analistas, o por pereza, una palabra, y pecado capital, que damnifica y desmejora el deseo ávido del comunicador o periodista por mostrar sus noticias o informes. Esta ciudad no escapa de la realidad nacional, hay tantos problemas como los puede tener cualquier región: contaminación ambiental, violencia urbana, irrespeto, desigualdad, corrupción dentro de las clínicas, polarización gubernamental.
No distinguimos a las tres empresas que han sido competitivas en los últimos años por su atención y servicio prestado a lo público y lo privado: Metro de Medellín, Inder Medellín y EPM, o cuál es la comuna que más ha padecido la guerra cruel y mordaz de este milenio: la 13, y ni sabemos el futuro del Tranvía de La 80, una obra que beneficiaría a miles de personas, pero que afectaría aún más la movilidad. ¿ A dónde vamos? Fernando
Quijano, analista del conflicto, lo dice así: “ojalá en esta ciudad tuviéramos un crimen invisible”, pero suben los asesinatos y los robos.
Noticieros de Bogotá y locutores que se toman los micrófonos matutinos, entiendan que los medios de comu- nicación no idolatran a políticos e influenciadores de la opinión pública, realmente deben ser facilitadores de decisiones, en torno a la calidad de vida y a la agenda informativa. Si los medellinenses y los antioqueños aplicáramos esto en nuestro contexto social, seguramente seríamos más cívicos y responsables con lo que argumentamos. Las regiones son importantes, no simplemente la capital de la república