ECONOMÍA
El presidente de la mayor empresa del país, Juan Carlos Echeverry, respondió a EL COLOMBIANO sobre temas sensibles en el presente y futuro de la petrolera, de mayoría accionaria estatal.
El futuro de Ecopetrol, según su presidente.
Ecopetrol se personifica en una iguana, su imagen corporativa desde 2007. Luego de una buena vida, esa iguana cayó y salió del infierno de la descolgada de precios internacionales del barril desde 2014 hasta 2016. Al tiempo tuvo que hacer una estricta dieta para sacar más crudo gastando menos. Flaca, pero con alientos, tuvo que entrenarse a la fuerza para ser más rentable.
Luego, la iguana tuvo que hacer curso intensivo para cuidar cada peso y tener con qué hallar más petróleo y gas. De paso, debió salir a dar la cara al país, pedir perdón y prometer que no se volverán a dar escándalos como los sobrecostos que tuvo en la nueva planta de la Refinería de Cartagena (Reficar) y en Bionergy, que fabrica alcohol carburante, en los Llanos Orientales.
Ahora, con un mejor semblante, la iguana de Ecopetrol se defiende de la piedra que le tiran comunidades inconformes en áreas de influencia de sus campos petroleros. Nada más esta semana se repitió el vandalismo en Acacías (Meta), que se suma al inventario de protestas, mítines, sabotajes que vienen de tiempo atrás (ver Dicen de...).
Asimismo, la iguana se encomienda para que la guerrilla del Eln cese, de una vez por todas, los atentados a oleoductos por donde saca el crudo hasta los puertos y sus refinerías.
No se puede olvidar que petróleo es lo que más vende Colombia al mundo y, de paso, ayuda a que la tasa de cambio del dólar no le complique la vida a hogares y a empresas.
Ya pasó lo peor
Bien ejercitada, disciplinada y con aspiraciones mayores, la iguana emprende ahora nuevos rumbos para volver a dar más utilidades a sus 387 mil dueños. Ya hizo una parte con duplicar las ganancias al primer semestre, cuando sumaron 2,19 billones de pesos y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, espera que superen los 4 billones al cierre de 2017 (ver gráficos).
Este beneficio incluye a todos los colombianos, mediante la Nación, que tiene el 88,49 % de participación accionaria, y que por dividendos e impuestos recibirá este año más de 5 billones de pesos.
También el futuro de Ecopetrol debe importar a los más de 14,4 millones de trabajadores que ahorran en fondos privados de pensiones y además invierten en la petrolera, así como a esos miles de colombianos que convirtieron sus ahorros en acciones y esperan dividendos mayores a los magros 23 pesos pagados este año por cada título.
El jefe de instructores de la diestra iguana de Ecopetrol desde hace dos años y medio es el economista y exministro Juan Carlos Echeverry. Bajo su responsabilidad está que los 115,7 billones de pesos en activos del grupo empresarial den más fruto y, sobre todo, aumentar las reservas de petróleo que hoy alcanzan para unos cinco años, mientras las de gas para apenas una década (ver Semáforo).
Pero hay más, Ecopetrol tiene una triple tarea de largo plazo: equilibrar más sus producciones, hoy en 80 % de petróleo y solo 20 % en gas; no depender tanto de los hidrocarburos de Colombia, un 98 % de su operación, es decir, comprar o explorar en otras geografías; y aumentar reservas probadas que alarguen la vida de la iguana, también por medio de los yacimientos no convencionales (YNC) en el Magdalena Medio, usando la técnica de fracturación hidráulica ( fracking), que cuestionan los ambientalistas y se requiere para sacar el crudo y gas atrapado adentro de las piedras del subsuelo.
Con Echeverry habló EL COLOMBIANO en la noche del viernes pasado. Así respondió sobre las contingencias y el horizonte que tiene Ecopetrol y cómo pinta la salud de una iguana clave para la economía nacional:
¿Para cuántos años alcanzan las reservas con la producción actual?
En promedio, las de gas alcanzan para más de 10 años y las de petróleo para 5 años, pero ese es un indicador móvil, no una espada de Damocles. En la medida que se van explorando yacimientos y explotando mejor los que se tienen, pues se va sumando a esas reservas. Ya este año hemos tenido éxito geológico en cuatro de cinco pozos, ahora la tarea es demostrar que también sean éxitos económicos”.
¿Cuánto debe sumar el país en reservas para espantar el fantasma de la pérdida de autosuficiencia?