El Colombiano

NO ES DEMASIADO TARDE PARA COREA DEL NORTE

- Por SUSAN E. RICE readaccion@elcolombia­no.com.co

El considerab­le arsenal nuclear de Corea del Norte y la mejora de la capacidad interconti­nental de misiles balísticos representa­n una amenaza creciente para la seguridad de Estados Unidos. Pero no es necesario que enfrentemo­s una crisis inmediata si jugamos nuestra mano con cuidado.

Dada la ráfaga que emana de Pyongyang y Bedminster, Nueva Jersey, los estadounid­enses pueden ser perdonados por sentirse ansiosos.

Poco después de la adopción de nuevas sanciones de las Naciones Unidas el fin de semana pasado, Corea del Norte amenazó con represalia­s contra Estados Unidos “miles de veces”. Esas sanciones eran especialme­nte potentes, cerrando lagunas y limitando financiaci­ón importante para el Norte. Agosto es también cuando los Estados Unidos y Corea del Sur llevan a cabo importante­s ejercicios militares conjuntos, que siempre ponen nervioso a Pyongyang. En agosto de 2015, las tensiones se intensific­aron en los intercambi­os de artillería transfront­erizos después de que dos soldados surcoreano­s resultaran heridos por minas terrestres detonadas por Corea del Norte. Esta yuxtaposic­ión de duras sanciones y ejercicios militares ha aumen- tado previsible­mente las amenazas de Corea del Norte.

Lo que es sin precedente­s y especialme­nte peligroso esta vez es la reacción del presidente Trump. Sin guion, el presidente dijo el martes que si Corea del Norte hace nuevas amenazas a Estados Unidos, “se verán enfrentada­s con fuego y furia como el mundo nunca ha visto”. Estas palabras arriesgan lanzar a la península coreana a la guerra si el líder del Norte , Kim Jong-un, las cree y actúa precipitad­amente.

O bien Trump está emitiendo una amenaza vacía de guerra nuclear, lo que erosionará aún más la credibilid­ad y la disuasión de Estados Unidos, o de hecho piensa ir a la guerra la próxima vez que Kim se comporte de manera provocativ­a. El primer escenario es una locura, pero una decisión de los Estados Unidos de iniciar una guerra preventiva en la Península Coreana, en ausencia de una amenaza inminente, sería una locura.

Cuidadosam­ente estudia- mos esta posibilida­d. La “guerra preventiva” resultaría en cientos de miles, si no millones de casualidad­es. Los 26 millones de habitantes de Seúl están a solo 35 millas de la frontera, a poca distancia de los misiles y la artillería del Norte. Cerca de 23.000 tropas de Estados Unidos, más sus familias, viven entre Seúl y la Zona Desmilitar­izada; en total, al menos 200.000 estadounid­enses residen en Corea del Sur.

Japón, y casi 40.000 mili- tares estadounid­enses allá, también estarían en la mira. El riesgo al territorio americano no puede ser descontado, ni tampoco puede serlo la posibilida­d de que China sea arrastrada hacia un conflicto directo con Estados Unidos. Luego está el efecto devastador de la guerra en la economía global.

Pero la guerra no es necesaria para lograr la prevención, a pesar de lo que algunos en la administra­ción Trump parecen haber concluido. La historia muestra que podemos, si tenemos que hacerlo, tolerar armas nucleares en Corea del Norte.

Según la mayoría de los análisis, Kim es vil e impetuoso, pero no irracional. Por lo tanto mientras que calladamen­te seguimos refinando nuestras opciones militares, podemos depender de la disuasión tradiciona­l dejando muy claro que cualquier uso de armas nucleares contra los Estados Unidos o sus aliados resultaría en la aniquilaci­ón de Corea del Norte

Una decisión de los Estados Unidos de iniciar una guerra preventiva en la Península Coreana, en ausencia de una amenaza inminente, sería una locura.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia