Acuerdo nuclear con Irán, en vilo
Las sanciones de EE. UU. a Teherán provocaron que el presidente iraní advirtiera un posible retroceso en los pactos para detener su crecimiento en este campo. ¿Qué puede pasar?
Transcurrieron dos años desde que Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania, el grupo de las seis potencias mundiales, firmaran un acuerdo histórico con Irán para disminuir su arsenal de uranio y dar fin a 15 años de sanciones.
El pacto fue considerado uno de los grandes logros en política exterior del expresidente Barack Obama y de su exsecretaria de Estado Hillary Clinton, y contuvo las crecientes tensiones entre Washington y Teherán y de este último con Telaviv. Sin embargo, una nube negra se posó sobre aquella hazaña diplomática cuando Donald Trump prometió en campaña deshacer el acuerdo por considerar a Irán “terrorista”.
Pese a las insistentes ame- nazas del magnate contra el país asiático, el Gobierno iraní se había mantenido en sus casillas hasta ayer, cuando su presidente, Hasan Rohaní, advirtió una “rápida” retirada del acuerdo nuclear si aparecen nuevas sanciones jurídicas y financieras contra personas y entidades iraníes vinculadas al programa balístico por parte de EE. UU.
La declaración del mandatario hace temer un retroceso. Arlene Tickner, docente de Relaciones Internacionales en la Universidad de Los Andes, cree que una eventual ruptura aceleraría el avance de Irán hacia la creación y obtención de armas nucleares e impediría a futuro la colaboración con Washington en problemas de Medio Oriente de común preocupación.
“Si Irán desconoce el acuerdo sería nefasto”, afirma Mau- ricio Jaramillo, analista internacional de la Universidad del Rosario, y añade que la causa sería la “desastrosa” política exterior de Trump, que incumplió con su parte del pac- to de julio de 2015 de levantar paulatinamente las sanciones a Irán, pese a que este ha demostrado cooperación.
Un alivio para la región
En retrospectiva, los dos años de existencia del acuerdo han tenido hitos y tensiones.
Aunque la firma logró controlar las ambiciones nucleares de Irán, a Aaron David Miller, investigador del programa de Medio Oriente del Wilson Center para la investigación, le preocupa que, según mostraron en 2016 informes de inteligencia alemana, el régimen iraní continuó desarrollando misiles balísticos y violando derechos humanos, por ejemplo, aplicando la pena de muerte a opositores políticos más que cualquier otra nación del mundo. El experto cree además que Irán continúa siendo un actor agresivo en la región, reforzando su discurso anti estadounidense y anti semita.
Lo cierto es que el acuerdo nunca planteó explícitamente resolver tensiones políticas, sino que es preciso en el control del enriquecimiento de uranio, y en eso, resalta Óscar Palma, director del Observatorio de Drogas Ilícitas y Armas de la Universidad del Rosario, las acciones han sido exitosas.
Los compromisos de entregarle a Rusia el uranio enriquecido que poseían, de cerrar o disminuir el numero de centrífugas, de permitir visitas periódicas de miembros de la Agencia Internacional de Energía y del Consejo de Seguridad de la ONU y de usar la energía nuclear solo para fines pacíficos, se han cumplido