En Moravia instan a autoalbergarse como opción para reabrir el colegio
360 afectados del incendio siguen en la institución educativa El Bosque. Mientras les encuentran vivienda, no habrá clases.
La idea es que la solución a un drama no genere un problema. Hoy, los 850 estudiantes de la institución educativa El Bosque, en Moravia, no podrán asistir a clases, porque allí permanecen 360 damnificados del incendio del viernes pasado en el sector El Oasis de ese barrio del centro oriente de Medellín.
Sin plazo, ni fecha concreta para reubicar a quienes las llamas les consumieron casas, muebles, enceres y ropa, las autoridades instan a las familias a autoalbergarse, eso es, quedarse donde familiares y amigos mientras les dan solución habitacional definitiva.
Andrés Tobón, secretario de Seguridad encargado, confirmó que 280 familias ya aceptaron pasar las noches donde parientes y hasta allí les llevan la ropa, implemen- tos de aseo y mesadas. Otras van a reclamarlas a El Bosque.
“Tenemos un caso de una familia que se autoalbergó en La Ceja y allá le llevamos las ayudas”, indicó.
Tobón enfatizó que el lugar donde se quedan transitoriamente los damnificados “no puede ser eterno. Es un espacio educativo en el que se tienen que garantizar el acceso a la educación a los niños de Moravia. Esta institución va a parar de prestar ese servicio, pero no de atender a las familias”.
Hay que confiar
Ante la solicitud de las autoridades de buscar autoalbergues para no generar la desescolarización de los niños, Yadira Ríos, una de las damnificadas del incendio, dijo que prefería quedarse en el lugar porque teme que al salir la dejen de ayudar.
“No nos dan solución de nada. Quieren tirarnos a la ca- lle para que busquemos a dónde irnos. Nos dicen que tenemos que desocupar el colegio rápido... lo sabemos, pero no tenemos a dónde irnos. Perjudicamos a los niños que estudian aquí, pero no es nuestra intención”, señaló.
Para Beatriz Gómez, también albergada en el colegio, el problema es que no cuenta con nadie que la reciba. Confía en soluciones prontas de vivienda para poder rehacer
su vida junto sus dos hijos.
Al respecto, Tobón apuntó que la Alcaldía no quiere que los autoalbergues representen una carga o condena.
“Tenemos la obligación, y así lo hacemos, de garantizar la comodidad de las personas. El autoalbergue es bueno porque es cómodo, toda vez que están con familia, amigos, no tienen que cumplir horarios. En el albergue hay reglas de convivencia, horario de entrada y salida, así como para estar dormidos, esto para garantizar que las 250 personas pasen un buen momento”, concluyó