ANÓNIMOS PREDIALES EXITOSOS
Una de las grandes razones por medio de las cuales la gestión ambiental, especialmente en el campo, no ha tenido éxito, ha sido el impacto de la guerra y por lo tanto la ausencia del Estado, donde la conservación de los recursos naturales y especialmente del agua en predios que la poseían nunca fue la prioridad. Hoy día, muchos de estos territorios se quedaron sin suelos productivos y sin agua, sus comunidades no saben cómo garantizar el alimento de sus hijos, cómo recuperar su actividad económica, cómo retener a los jóvenes en el campo y lo peor, cómo recuperar el agua perdida.
Por otro lado, en otros territorios, muchos campesinos, comunidades tradicionales indígenas o afrodescendientes decidieron apostarle al agua y continuar su lucha a pesar de ser perseguidos en territorios gobernados por las armas. Son sobrevivientes de la guerra y podríamos hasta calificarlos de héroes en tierras donde nadie los defendía. Actualmente, en tiempos de posconflicto, su modelo de relacionamiento con la tierra ha servido de base para rees- tructurar esa paz deseada, cuyo nuevo relacionamiento con el otro es el objetivo. Fijar metas comunes para todos de cantidad y calidad del agua en puntos estratégicos de la cuenca será la clave. Ordenar ambientalmente el predio será el proceso.
Por eso la semana pasada me referí al compromiso de implementar en territorios golpeados por la guerra nuevos planes de desarrollo municipal con un nuevo enfoque, el Territorial PDET, que traducido por los propios indígenas y líderes que sobrevivieron en su lucha por el agua, no es más que sus propios Planes de Vida, donde el PDET entraría a fortalecer a través de sus instrumentos de participación, cooperación, financiación y ejecución, los proyectos y metas establecidas años atrás. Es más, según ellos mismos, la inspiración de dichos PDET fue su propio modelo de Plan de Vida.
Para este proceso, el ordenamiento predio a predio con una visión colectiva y no individual será la clave, donde la satisfacción de las necesidades del dueño del predio no comprometa las necesidades del vecino y así sucesivamente en todos los vecinos de la cuenca. La tragedia de todos por culpa de un pensamiento egoísta e individual no puede repetirse.
Recordemos que la palabra predio significa tierra o inmueble y el ordenamiento de esta posesión será un derecho y un deber. Muchos lo han hecho desde el origen y disfrutan su beneficio. Otros, por falta de educación, información o acompañamiento, no han comenzado a modificar sus hábitos con la tierra y mucho menos recibir los beneficios de esto.
Para los que no tienen problemas legales con sus predios, en tierras ya degradadas y deforestadas hacer un plan de negocios con productos viables comercialmente será un primer paso. Se recomienda no deforestar más, los pagos por proteger las coberturas ya están andando. Y la destrucción de bosques sin control en fincas ya ha sido suficiente. Así mismo, se deberá conocer la vocación y potencial real de la tierra. No todos los suelos son buenos para determinados productos, dependerá de los minerales, de la topografía, del actual impacto del clima, del trato que se le ha dado, entre otros.
La falta de agua es el reto nacional. Por lo tanto, delimitar en el predio los bosques conservados así sea de una hectárea y firmar acuerdos para no tocarlos es el siguiente paso. Se deberá restringir el acceso para el desarrollo de actividades económicas en nacimientos de agua. Convocar a todos los vecinos y asociarse como usuarios comunes de la cuenca será muy exitoso. Actualmente la inversión proveniente de cooperación internacional y nacional, de las corporaciones autónomas regionales –CARS- o autoridades municipales, así como de la empresa privada, necesita identificar estas iniciativas locales colectivas para garantizar que sus recursos sean muy bien ejecutados.
El monitoreo, verificación, reporte y divulgación será el éxito de estos proyectos y será la ventana para la transformación nacional desde lo que actualmente se denomina el anónimo predial
Muchos campesinos, comunidades tradicionales indígenas o afrodescendientes decidieron apostarle al agua.