EL VALOR DE LA INTELIGENCIA
- Cuando Agamenón comenzó, el Estado apoyó el trabajo de los uniformados con labores sociales. Jornadas de vacunación, capacitación en agricultura, servicios de recreación infantil, ayudas veterinarias y distribución de agua potable, sirvieron para que la comunidad se acercara a los uniformados. Así se consolidaron fuentes de Inteligencia, que luego permitieron dar golpes a la banda. - Un oficial de la Fuerza Pública, que participa en la Operación Agamenón II, solicitando la reserva de su identidad, reflexiona sobre el valor de la Inteligencia en estas acciones: “Usted puede contar con mucho dinero, recursos tecnológicos, medios de transporte y comandos armados, pero si carece de información, no tiene nada. La Inteligencia es un todo, en el que se busca el mejor resultado administrando las fuentes de información. En el caso de alias ‘Gavilán’, durante los operativos previos que le hicimos, logramos recaudar información sobre su conducta, para saber qué piensa, qué le gusta y cómo actúa. Esos insumos nos sirvieron para dar el golpe final. Este es un tipo de trabajo silencioso y de mucha paciencia y análisis. Los detalles no se pueden contar, porque de esta manera es que vamos a atrapar a los otros jefes de la banda, como ‘Otoniel’, pero sí es importante señalar que la Inteligencia humana siempre será primero que los medios tecnológicos”.