El terror que viene en la Vuelta
Las etapas de montaña del fin de semana podrían modificar la general en España. Días decisivos de cara a recta final.
Como si se tratase de una película de horror, en la que la adrenalina se siente de principio a fin, la Vuelta a España tendrá este fin de semana dos de sus capítulos más interesantes.
Luego de la combativa jornada de ayer entre Coín (Málaga) y Tomares (Sevilla), donde el italiano Matteo Trentin (Quick Step) logró al embalaje su tercera victoria en la presente edición y el británico Chris Froome (Sky) defendió el liderato por undécimo día, la ronda ibérica vuelve a poner a prueba las fuerzas de los aspirantes al título con un recorrido montañoso que hará temblar las piernas.
La fracción 14 de hoy será de 175 km entre Écija y Sierra de La Pandera, un premio de categoría especial al que no se asciende desde 2009, cuando venció el italiano Damiano Cunego. Esa vez, el colombiano Leonardo Duque, especialista en velocidad, perdió en meta 22.15 minutos, lo cual da cuenta de la dificultad de esta cuesta, de 12 km de subida al 7.3%. El calor, que se pronostica sobre los 30 grados centígrados, será otro enemigo de los protagonistas.
La dureza continuará el domingo en la fracción 15, con inicio en Alcalá La Real y Sierra Nevada Alto Hoya de la Mora, una pared de fuera de categoría, a la que se sube por cuarta vez en la historia de este certamen y recordada en Colombia porque la última vez que fue final en la Vuelta -2003- venció el santandereano Félix Cárdenas.
Antes, tendrá dos premios de primera: alto de Hazallanas (km 74) y alto del Purche (km 109.5).
“Es difícil predecir lo que puede pasar. El final en La Pandera es durísimo, muy empinado. Nibali y Contador atacarán, correrán de manera agresiva”, indica Froome, y quien además de su buena forma, se ampara en sus soldados.
“Tengo un equipo fantástico y confío en mis compañeros. Sierra Nevada el domingo también será complicado, a 2.500 metros de altitud, y además llega al final de una semana muy dura, estoy preparado”, habla con confianza el británico, ganador cuatro veces del Tour y segundo en tres oportunidades en la carrera española. Se le viene un reto de altura