LOS HISPANOS Y EL HURACÁN
Las tragedias nos muestran cosas que no vemos aunque las tengamos delante de nuestros ojos. Lo digo por el huracán Harvey que arrasó a Houston, la capital de Texas, y dejó sin casa a millones de personas la misma semana en que iba a entrar en vigor una de las peores leyes contra los inmigrantes en Estados Unidos.
La ley —llamada SB4— fue aprobada por los legisladores republicanos, luego de que el gobernador del estado decidiera eliminar las “ciudades santuario” que se han negado a perseguir a los inmigrantes, como quiere el presidente Donald Trump.
La SB4 establece multas para los gobiernos locales, las universidades y los departamentos de policía que rehúsen cooperar con las deportaciones masivas. También autoriza al fiscal general de Texas para destituir a cualquier funcionario de elección popular que no quiera acatar las leyes contra los inmigrantes.
La ley fue demandada por alcaldes y líderes hispanos de ciudades como El Cenizo, Dallas, Austin, San Antonio, El Paso y Houston. El primero en retar la ley fue Raúl Reyes, alcalde de El Cenizo, un pueblo situado en la frontera con México, cuya abuela llegó indocumentada a Estados Unidos.
“Soy alcalde de un municipio muy pequeño, que nadie sabe que existe. Llevo más de 12 años y medio en el puesto. Y mientras esté aquí voy a seguir haciendo lo que he hecho toda mi vida: trabajar, abogando y luchando por los derechos civiles de mi comunidad” dijo el alcalde a los periodistas.
“Ni la Patrulla Fronteriza ni un departamento policial debe andar patrullando las calles municipales, parando a personas, preguntándoles quiénes son, de dónde son y que muestren sus papeles, incluso tras una simple infracción de tránsito… Esto es algo más grande que Raúl Reyes. Es algo más grande que El Cenizo, algo más grande que Texas. Esto es algo que va a definir el futuro de nuestro país”.
La ley iba a entrar en vigor el primero de septiembre, pero un juez federal la suspendió porque, según su opinión, “el Estado no puede ejercer su autoridad de una manera que viole la Constitución de los Estados Unidos”.
En medio de la disputa por la SB4 llegó el huracán y sepultó bajo el agua a Houston.
Qué ironía: buena parte de los héroes de la jornada fueron jóvenes de origen hispano que arriesgaron sus vidas rescatando ancianos, niños, animales y enseres, y manejando botes y autos en medio del agua y el lodo. Muchos de ellos están a punto de ser deportados.
Otro de los héroes fue un sargento de la policía de Houston, también de familia hispana, llamado Steve Pérez, de 61 años. El agente murió cuando intentaba cruzar una calle inundada para llegar a su trabajo. “Salió de su casa el domingo a las 4 de la mañana, había muchas inundaciones, mucha oscuridad” dijo su jefe, llorando, frente a las cámaras de televisión. “Estuvo casi dos horas tratando de llegar a su estación en el centro, pero no pudo encontrar una carretera que no estuviese inundada. Lo que hizo fue llamar a su estación y dijo: Voy a ir a otra porque no puedo llegar a la mía”.
En medio de la oscuridad, el sargento se hundió con su carro en un paso subterráneo que estaba inundado. Su cuerpo fue rescatado por buzos de la Marina estadounidense a unos 5 metros de profundidad.
El alcalde de El Cenizo se llama Raúl Reyes. El juez federal que bloqueó la ley SB4 se llama Orlando García. El jefe de la policía de Houston se llama Arturo Acevedo. El jefe de bomberos que dirigió las operaciones de rescate se llama
Samuel Peña. Todos ellos viven en un país llamado Estados Unidos y en una tierra que hace tiempos era su tierra
Qué ironía: buena parte de los héroes de la jornada fueron jóvenes de origen hispano que arriesgaron sus vidas rescatando ancianos, niños, animales y enseres. Muchos están a punto de ser deportados.