Puente Madre Laura se volvió un peligro para ciclistas y peatones
Con un año y medio de estrenado, tiene fallas en conexiones peatonales y poca señalización.
Andenes habitados por el deterioro, donde poco se transita; mal estado de la malla vial y deficiencias en la señalización, así se ve hoy el puente de la Madre Laura, uno de los proyectos de infraestructura más emblemáticos en la última década en Medellín, y que tan solo fue inaugurado en diciembre de 2015.
Y es que los huecos—que ya tuvieron una intervención en junio pasado—aún son evidentes y los habitantes de Moravia, barrio aledaño al puente, lamentan convivir con carros que pasan a 80 km por hora, velocidad que les parece peligrosa, pero que es permitida en un tramo de la vía.
Los problemas en el viaducto, que conecta las comunas nororiental y noroccidental, también están representados en las dificultades para el acceso de ciclistas y peatones, denuncian deportistas y aficionados a la movilidad no motorizada.
Sebastián Mattos, director de la corporación Bellocicleta, dice que los mayores inconvenientes del puente se presentan en sentido sur-norte, al lado derecho, donde se conecta el viaducto de Moravia.
“Parece que es falta de voluntad política, porque los técnicos vienen a revisar la situación y expresan que hay un peligro latente, pero no se mejora nada”, afirma.
Mattos asegura que, con videos en redes sociales, ha denunciado la excesiva velocidad permitida en sectores cercanos al puente, y que en el sector de Moravia los habitantes no cuentan con un andén para caminar.
En ese sentido, Sergio Agudelo, que trabaja en la plaza Minorista y se mueve cotidianamente en bicicleta, explica que además de los problemas de infraestructura los conductores de vehículos motorizados no tienen en cuenta a los ciclistas.
“Es como si uno les estorbara. No es necesario andar a tanta velocidad”, apunta y añade que en el puente no hay posibilidad de girar a la izquierda para ir al norte. “Se vuelve una odisea que los conductores de carro hagan caso y bajen la velocidad para que los ciclistas podamos pasar”.
Intervención integral
Juan Camilo Gómez, gerente de Movilidad Humana, de la Alcaldía de Medellín reconoce que el puente se planteó netamente como una conectividad vehicular, hecho por el cual debe adaptarse a las nuevas formas de movilidad.
“Este es un proyecto de la administración pasada y no podemos entrar en modificación de diseño sino ajustar lo que ya hay”, explica.
El funcionario agrega que se están planeando intervenciones orientadas a la señalización, por la velocidad permitida dentro y fuera del puente, ya que representa un peligro para los transeúntes, ciclistas y personas que viven en el sector de Moravia.
Según Gómez, la propuesta se hará integralmen-
te con las secretarías de Infraestructura, Movilidad y los colectivos.
Se espera que entre la primer y segunda semana de octubre se presente una propuesta concreta.
La Secretaría de Infraestructura señaló que ya hizo una intervención a las vías de ese sector en junio y se realizará otra a mediados de este mes