Cazadores acaban con la fauna en Magdalena Medio

Lo que con tanto esfuerzo vienen haciendo entidades y autoridades para recuperar la biodiversidad en el Magdalena Medio, la mano de algunas personas, moradoras de la región, lo está destruyendo.

Y es que la depredación humana, injustificada e ilegal, se volvió desproporcionada en esa región antioqueña, hasta el punto que, de 30 chigüiros que se estimaba deambulaban en el sector de Puerto Triunfo conocido como Santiago Berrío, en dos noches de caza, solo quedaron siete.

Según David Echeverri, biólogo de Cornare, esa autoridad ambiental ha orientado acciones de liberación de fauna en la zona (chigüiros, venados, guaguas) con el propósito de recuperar especies que existieron allí, pero que por la pérdida de hábitat y la cacería disminuyeron.

“Eso ha propiciado que, por ejemplo, aumenten los ataques de felinos al ganado, porque se acabaron las presas. Ahí la estrategia es la liberación de chigüiros. Los llevamos, incluso a predios privados en los que los propietarios hacen parte de programas de

reservas forestales, no para cautiverio, sino para que estén en conservación. La idea es que recuperen instinto y vuelvan a su estado normal”, dijo.

Rodrigo Gaviria es uno de los dueños de un predio en el que se han hecho liberaciones, un hogar de paso avalado por Cornare y que está siendo frecuentado por cazadores. Señaló que hasta su finca entran hombres armados disparando en la noche, lo que lo tiene preocupado, no solo porque matan los animales en rehabilitación, sino también por la seguridad personal.

Agregó que los cazadores mataron 18 chigüiros y cazaron dos venados y advirtió la afectación a aves en rehabilitación, como loros, guacamayas y tucanes, que son robadas para posteriormente ser vendidas en el mercado de tráfico de especies.

Al respecto, Echeverri in- dicó que le reportaron esta y otras denuncias similares a la Policía para que proceda con las capturas, y anotó que ya hay personas identificadas como desarrolladoras de esa actividad ilegal.

“El sector está lleno de caños y humedales y los animales comen pescado, plantas. La zona está en proceso de recuperación ambiental. Estos cazadores hacen daño. No hay justificación. Es una zona en la que no hay comunidades indígenas ni personas con hambre. Son personas inescrupulosas. Una actividad ilegal”, concluyó Echeverri