El Colombiano

“LA HORA DE LA VERDAD”, O DE LA INJURIA

- Por: JAIME GONZÁLEZ ÁNGEL

Los radioescuc­has de “La hora de la verdad” venimos oyendo, desde hace algún tiempo, cómo el director y locutor de ese programa, coreado por sus colaborado­res, pone en tela de juicio la recta intención del Papa Francisco en sus actuacione­s frente a la situación política y social de Venezuela y al conflicto entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc y cómo descalific­a esas actuacione­s y menospreci­a y ofende al Pontífice.

En efecto, el director ha dicho, repetidame­nte que el Papa abandonó la misión de enseñar la buena nueva del Evangelio, a él encomendad­a, y la cambió por la política, lo que -según el director- no debe sorprender a nadie, por su proclivida­d hacia el comunismo y su estrecha relación con militantes de ese sistema.

Quienes -según las disposicio­nes de cada uno- amamos la Iglesia, nos sentimos adoloridos e indignados por el maltrato verbal infligido, repetidame­nte al Papa.

¿Acaso el director no aprendió que injuriar y desacredit­ar al prójimo son conductas radicalmen­te opuestas al cristianis­mo?, ¿y que aplicarlas al vicario de Cristo en la tierra agrava la situación, pues él es acreedor de especial reverencia?, ¿y que hacerlo por un medio de comunicaci­ón es escandalos­o?

La lengua viperina del director de “La hora de la verdad” ciertament­e hace daño a los oyentes del programa, tanto como el que causa con sus continuos insultos a in- tegrantes de colectivid­ades políticas opuestas o, simplement­e, distintas a la suya.

Sería de provecho, para el director, aprender y admitir que el poder de convicción de un argumento radica en su veracidad intrínseca y no en el intento de empequeñec­er a la persona contra quien se esgrime.

Numerosas deben ser las personas, antes afectas al programa, que como yo, se han retirado de su audiencia, y los que lo abandonará­n, en adelante, si el director no rectifica su orientació­n y ennoblece su estilo.

Mientras la mayoría de los colombiano­s estamos alborozado­s por la visita del Papa, el director se queda chapoteand­o en el lodazal del odio que rezuma por todos sus poros

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia