NECESITAMOS DIRIGENTES COMO MAX
En los 60s y 70s la ciudad era un hervidero de carros nuevos. La economía crecía a toda máquina. Cada vez más edificios históricos de la ciudad eran derruidos, para abrir vías para la nueva economía. Mientras en 1940 el 80 % de los desplazamientos eran en bicicleta, en 1970 menos del 40 % eran en bici. Por esa época la ciudad eligió un Concejo de izquierda. Max Van den Berg, con tan solo 24 años, fue nombrado Secretario de Tráfico y Desarrollo Urbano.
Max como buen izquierdista era soñador: la ciudad debería ser de los peatones y los ciclistas. Pero contrario a los izquierdistas de acá, él era riguroso en la ejecución. “En lugar de destruir el vecindario, queríamos restaurarlo y que los ciudadanos se sintieran a gusto en sus barrios”.
Su propuesta era muy simple: En el centro de la ciudad y en las zonas residenciales se le daría prioridad a peatones, bicicletas y transporte público, los carros tendrían que andar por la periferia o por vías restringidas.
No había terminado el ingenioso Max de esbozar sus ideas, cuando ya los comerciantes prendieron alarmas fantasiosas: ¡Sería el fin de la economía!
Las explicaciones de Max de que con el menor ruido, menos peligro, la arborización y los nuevos parques, las calles serían nuevamente un sitio de reunión y se llenarían de gente, de nada valieron.
Los comerciantes recogieron firmas, pusieron pancartas de protesta en sus tiendas, hicieron manifestaciones en frente del edificio del Concejo, pero Max no se detuvo.
Una noche de 1977 cambió vías, puso nuevas señales y reorganizó todo el tráfico. Los desorientados conductores de camiones y carros fueron recibidos en la mañana por miles de ciudadanos con flores y planos de las nuevas rutas, quienes ayudaron a redirigirlos. “Después de mucho esfuerzo logramos que en lugar de que la ciudad se adaptara a los carros, estos se tenían que adaptar a la vida de la ciudad”.
Groninga, una pequeña ciudad universitaria al norte de Holanda, como muchas ciudades holandesas, es un paraíso, con calles alegres y llenas de peatones.
Hoy más del 60 % de los viajes son en bicicleta. Es una de las ciudades con el aire más limpio de Europa. Max luego pasó a gobernador de su provincia, presidente del Partido Laborista Holandés y miembro del parlamento europeo. Es reconocido como visionario y excelente administrador.
Los partidos de centro derecha y centro izquierda deberían incluir en sus políticas el tema de la sostenibilidad de las ciudades y cómo priorizar al peatón y al ciclista.
De no hacerlo, la izquierda si lo tiene en sus prioridades, y no debemos olvidar que ellos en la implementación, fallan en sus propósitos. En Bogotá por fortuna no tuvieron tiempo de continuar con su destrucción: la dejaron con grandes atrasos en el transporte público, en medio de las basuras y una corrupción galopante. En Venezuela fue peor, la dejaron sin carros, bicicletas ni peatones.
Los residentes de las grandes ciudades colombianas están agobiados por el tráfico y la mala calidad del aire. Necesitamos dirigentes con la fortaleza de Max, capaces de hacer las transformaciones urbanas que con urgencia necesitamos