Cayó el mayor testaferro de grupo exguerrillero
Desde 1998 Mauricio Parra Rodríguez tenía nexos con las Farc. En esa época les vendía mercados en San Vicente del Caguán, según testimonios de desmovilizados de esa insurgencia ante la Fiscalía General de la Nación.
Pero con el tiempo la relación de confianza fue crecien- do hasta que Parra sacaba 100 y 200 kilos de cocaína, camuflados entre quesos, por lo que recibió el alias de “Quesero”.
En una oportunidad fue capturado y condenado a 16 años de cárcel por transportar 86 kilos de coca, pagó siete y salió con libertad condicional.
Las investigaciones revelan que, tras quedar libre, retomó los presuntos nexos con cabecillas del Bloque Sur de las Farc y de la columna Teófilo Forero, y constituyó un capital desproporcionado que poseía a través de sociedades, establecimientos comerciales y otros bienes que habrían servido para blanquear dineros, y que hoy son objeto de medidas cautelares de extinción de dominio.
Durante las indagaciones fueron identificadas 65 propiedades que figuraban a nombre de los familiares y más cercanos amigos de Parra Rodríguez. Todas fueron ocupadas en una operación conjunta entre la Fiscalía General y el Ejército Nacional en las ciudades de Bogotá, Cali (Valle del Cauca) e Ibagué (Tolima), y en los municipios de Garzón, Campoalegre y Pitalito (Hui- la); Albania, Valparaiso y Belén de los Andaquíes (Caquetá).
Además de los bienes avaluados en 57.000 millones de pesos, quedaron congeladas 24 cuentas bancarias.
Así fue como Parra Rodríguez habría ganado la fama de ser un empresario prestante que le permitió mantener contacto con diversas personalidades y adquirir bienes lujosos