EL PODER DE LOS CENSORES DE INTERNET
Después del rally blanco-nacionalista en Charlottesville, Virginia, el mes pasado en que un hombre condujo un coche hacia una muchedumbre, matando a un contra-manifestante, el sitio web neonazi americano, el Daily Stormer publicó un texto largo y odio- so burlándose de la víctima.
La protesta sobre el artículo llevó a su administrador de dominio, GoDaddy, a cancelar el servicio del Daily Stormer. El sitio entonces se registró con Google, que también canceló rápidamente su servicio. Pero no fue hasta que Cloudflare, un servicio de seguridad y rendimiento de sitios web, retiró al sitio como cliente que The Daily Stormer realmente perdió su capacidad de permanecer en línea.
Dada la naturaleza precisa del negocio de Cloudfare, y la escasez de competidores, su papel de censurar la expresión en internet no solo es nueva, es aterrorizante.
Lo que hace a Cloudflare parte esencial del internet es su habilidad para no permitir que el tráfico malicioso acose a los sitios de clientes con solicitudes que los retira de la red. Cloudfare es una de las pocas compañías en el mundo que ofrece este tipo de protección confiable. Si usted no quiere que su sitio web sea desmontado por extorsionistas, char- latanes, opositores políticos o hackeadores, tiene que contratar a Cloudfare o uno de sus muy pocos competidores.
Hablando generalmente, hay dos tipos de jugadores corporativos en internet: compañías que construyen infraestructura por medio de la cual el contenido fluye, y compañías que buscan curar el contenido y crear una comunidad.
Aunque durante mucho tiempo ha habido preocupaciones acerca de los proveedores de servicios de Internet que favorecen el acceso a alguno por encima de otros, ha habido menos preocupación por las empresas que están más allá en la tubería con un interruptor para Internet. En gran parte, esto se debe a que en otros puntos de la tubería, los usuarios tienen la opción. Las empresas privadas pueden hacer sus propias reglas, y los consumidores pueden elegir entre ellas. Si GoDaddy no registra su dominio, puede ir a Bluehost o a miles de otras empresas.
Pero mientras menos opciones tiene para la infraes- tructura que necesita para permanecer en línea, más serias son las consecuencias cuando las compañías niegan el servicio. Es por eso que la decisión de Cloudfare de rechazar a The Daily Stormer es tan significativa. Negar el servicio de seguridad a una página web neonazi parece bien ahora, pero ¿qué pasa si Cloudfare empieza a suspender el servicio para un candi- dato político que no es del gusto de su ejecutivo jefe?
Con esta movida, Cloudflare está entrando en el negocio de evaluar el contenido de sus clientes, algo con lo cual sitios como Facebook y Twitter han estado luchando por años, lo que los ha llevado a desarrollar normas y procedimientos complejos que gobiernan lo que los usuarios tienen o no permitido poner. La mayoría está de acuerdo con que es apropiado para las compañías de medios sociales remover cierto tipo de contenido -así es como se aseguran de que nuestros newsfeeds no se llenen de pornografía o violencia. Pero eso no significa que no queremos que ese tipo de contenido pueda existir en algún lugar de la red. Asegurar que sitios como Cloudflare permanezcan neutrales en cuanto a contenido podría ser necesario para garantizar esto.
Una de las dificultades adicionales con Cloudfare es que no es tanto un pedazo de tubería como un servicio. Específicamente, es un servicio de protección pagado
Si usted no quiere que su sitio web sea desmontado por extorsionistas, charlatanes, opositores políticos o hackeadores, tiene que contratar a Cloudfare o uno de sus muy pocos competidores.