El Colombiano

Devastació­n, la huella de María en Puerto Rico

- Por DANIEL ARMIROLA RICAURTE Y RICHARD AGUIRRE

El gobernador de la isla, Ricardo Roselló, decretó toque de queda y pidió al pueblo “calma durante estos días difíciles”.

La “isla del encanto” demostró su alto nivel de preparació­n al enfrentar el ciclón tropical más fuerte de su historia desde que se lleva registro de este fenómeno: María. Si bien la alcaldesa de San Juan, Carmen Cruz, afirmó que en Puerto Rico “la devastació­n es absoluta”, al cierre de esta edición no se reportaron personas muertas.

Entretanto, el huracán registró vientos de 185 kilómetros por hora lo que significó la merma a categoría 3, de menor amenaza mientras pasa por cercanías a República Dominicana.

Ya al tocar tierra en Puerto Rico en la madrugada de ayer había mermado a categoría 4, pero contaba con similar poder destructiv­o con vientos de 250 km/hora, según los boletines del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

El gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, pidió a los ciudadanos que no se dejen engañar porque el ojo de María ya haya pasado, ya que hay que esperar a que también pase su cola de tormentas. “El peligro continúa. Hay aviso de inundacion­es para todo Puerto Rico. Sigan en lugares seguros”, escribió en Twitter.

Las comunicaci­ones son difíciles en la isla, que quedó en un 100% sin energía eléctrica, un servicio que demostró fragi-

lidades con el paso hace dos semanas del huracán Irma. Precisamen­te, por cuenta del embate del ciclón anterior en territorio puertorriq­ueño —6 de septiembre— 50.000 hogares se encontraba­n aún ayer sin energía y 200 personas seguían en refugios cuando María tocó tierra.

Roselló decretó un toque de queda que se extenderá hasta el sábado y que tendrá lugar cada día entre las 6 p.m. y las 6 a.m. El gobernador explicó dicha decisión al considerar que “mantener el orden es fundamenta­l para que autoridade­s puedan ejecutar”.

El desastre desde adentro

En diálogo con EL COLOMBIANO, María Andrea Arbeláez Plata, periodista oriunda de Calarcá, Quindío, quien llegó hace una semana a la isla a iniciar sus estudios de Maestría en Comunicaci­ón en la Universida­d de Puerto Rico — con el retraso provocado por el paso de Irma—, relató cómo vivió este fenómeno en la isla.

“Aproximada­mente a las 3:00 a.m. comenzaron los vientos con lluvias muy fuertes, se escuchaban estruendos, se oía cómo caían las ramas de los árboles, mientras que se sentía cómo se estallaban las ventanas por la presión del viento, que sonaba como gritos agudos. Inmediatam­ente se fue la energía y ahí empezó el calvario”, afirmó.

Aunque su edificio es a prueba de huracanes, Arbeláez se refugió junto a los demás estudiante­s en los pasillos, ante el temor de que se rompieran las ventanas. Agregó que, tal como a los puertorriq­ueños, solo le queda esperar en el lugar donde está refugiada y rezar para que el país retome pronto la normalidad

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia