Algunos piensan que el fin del mundo es mañana, ¿es posible?
Que el 23 de septiembre será el fin de la tierra sugieren algunos anuncios en internet. ¿Tienen sustento estos rumores?
Al planeta y sus habitantes les queda muy poco para disfrutar. Es más, sería cuestión de horas.
A falta de una, dos amenazas se ciernen: la inesperada llegada del planeta Nibiru y una extraña conjunción en el cielo que anuncia el fin de los días.
Esto para quienes como casi cada año creen o se asustan por diferentes amenazas que se propagan por internet y las redes sociales, situación atizada por la falta de información.
¿Qué es lo que vienen anunciando esas aves de mal agüero? Circulan versiones acerca del fin del mundo porque llegan las 10 plagas anunciadas por la Biblia.
Se refieren a una situación astronómica este sábado, que toman como extraordinaria. Es otra señal bíblica que vendría con la entrada del Sol a Virgo, la Luna a sus pies, varios planetas y las estrellas regentes de esa constelación. Vendrían, entonces, las 10 plagas que acabarían con la vida.
Otros mensajes citan el libro de David Meade, Planeta X, la Llegada en 2017, pero atrasan hasta octubre el final.
Meade ha dicho una y otra vez que el planeta X, Nibiru, vendrá y chocará contra la Tierra, destruyendo todo.
De Nibiru
¿Es cierto todo eso? El tema hay que analizarlo por partes, sin desconocer que la Tierra no está a salvo ni de una amenaza exterior ni de lo que se mueve en su interior. En verdad son varios los riesgos, pero no estos (ver recuadros).
El supuesto planeta X, Ni-
biru, llamado así cuando aún Plutón era considerado planeta por la Unión Astronómica Internacional (ahora es planeta enano o menor) todavía es buscado por los astrónomos.
La hipótesis de los alarmistas es que ese planeta da la vuelta al Sol cada 3.600 años y se está acercando hacia un ineludible choque mortal con la Tierra. Pero hay varios problemas. Ni los más sofisticados telescopios han podido encontrar ese cuerpo celeste errante que, de existir, y si anda tan cerca de la Tierra, habría desestabilizado ya todo el Sistema Solar.
No es que no existan planetas errantes, algunos cálculos como los presentados por Neil de Grasse Tyson sugieren que podría haber cientos o miles de millones de ellos en nuestra galaxia. Son planetas que fueron expulsados del sistema donde nacieron por alguna fuerza gravitacional o que nacieron fuera de un sistema solar.
Ese hipotético planeta cobró fuerza desde que a comienzos de 2015, astrónomos de Caltech, Mike Brown y Konstantin Batygin, presentaron evidencias de que podría existir lo que llamaron planeta nueve. Tendría, dijeron, 10 masas terrestres y orbitaría 20 veces más lejos del Sol que Neptuno, completando una órbita entre 10.000 y 20.000
años. Hasta ahora nadie lo ha encontrado.
Valga recordar que desde 2012, casi cada año la Nasa ha tenido que escribir en su sitio web que “si Nibiru o el planeta X fuera real y viniera hacia un encuentro con la Tierra, los astrónomos lo habrían rastreado durante la última década y hoy sería visible al ojo desnudo. Obviamente, no existe”.
La Biblia
En EarthSky el profesor de astronomía Christopher M. Graney contó que un lector de El Astrónomo Católico, blog del Observatorio Vaticano, lo llamó extrañado porque solo hablaba de agujeros negros y nada de la ‘reunión’ celeste del 23 de septiembre.
En internet circula una cita del libro de la Revelación de la Biblia: “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Y estando en cinta, cla-
maba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra”.
Y sí, el 23 de septiembre el Sol estará en Virgo (una mujer vestida del Sol), la Luna a sus pies, las nueve estrellas de Leo y tres planetas (Mercurio, Venus y Marte), con Júpiter en el centro de Virgo.
Pero el experto aclara: Primero, cada año el Sol pasa por cada una de las constelaciones. En septiembre Virgo. La Luna también, y uno o dos días cada año coinciden en esta constelación, una situación muy común. Las nueve estrellas de Leo son las más brillantes, que delinean la forma, pero esa constelación tiene muchas más. Así con las 12 de Virgo.
¿Cómo explicar la presencia de los tres planetas en la cabeza de Virgo y Júpiter en su centro? No ocurre todos los años, pero no es extraño. Júpiter cumple una órbita en algo menos de 12 años, así que esa ‘reunión’ no es inusual.
En internet varias páginas mencionan que la conjunción de todos esos astros se da cada 7.000 años. Otros sostie- nen que esta vez es única.
Esa disposición de astros ocurrió, cita Graney, en los meses de septiembre de 1827, 1483, 1293 y 1056. Analizó los últimos 1.000 años.
Las langostas
No son las únicas ‘amenazas’ ni señales que circulan en internet en las últimas semanas. Una más son las enormes invasiones de langostas sobre el sur de Rusia desde finales de julio, verdaderos enjambres que crearon terror.
Solo que eso sucede cada año y no se ha terminado el mundo así cada vez sea más seguido el fenómeno, situación que se atribuye al cambio climático.
Ni un eclipse ni una serie de astros en Virgo ni un sorpresivo planeta Nibiru son amenaza alguna para la Tierra y la vida, como pueden serlo otros fenómenos o eventos.
Un enorme asteroide o cometa, la erupción de un supervolcán o una explosión estelar cercana, y hasta el calentamiento global son amenazas más directas para la humanidad, además de una posible guerra nuclear. Por ahora estamos seguros, pero la Tierra no es eterna. Si alguna de estas amenazas la acaba, la muerte del Sol sí, pero tardará miles de millones de años.
Fuentes: BBC, EarthSky, Max Planck Institute, Nasa, Nature, NRAO, Universe Today