Alcalde de Itagüí se le ranchó al gobernador
Dos hechos afectan la viabilidad del traslado de la FLA para el municipio de Bello. El primero es que a los consultores de CIP Viveka se les esfumaron, como el alcohol, 33.799 metros cuadrados, pues el predio no mide los 138.799 metros cuadrados que dijeron, sino 105.000.
Esto descuadró el negocio redondo que planteó la gobernación de Luis Pérez Gutiérrez: valorizar el lote, mediante un cambio en el uso del suelo de industrial a comercial y residencial; obtener cerca de 600.000 millones con la venta a un particular para que adelante un desarrollo inmobiliario; sacar 200.000 millones para trasladar la FLA y disponer de 400.000 millones restantes para financiar otras obras del plan de desarrollo.
El segundo tropiezo tiene que ver con el cambio de la norma de uso del suelo, que multiplicaría el precio del predio. Este asunto no depende del mandatario seccional, sino del alcalde de Itagüí, León Mario Bedoya López, quien le dijo a EL COLOMBIANO que la salida de la FLA de su territorio le dejaría un hueco de 7.000 mi-
llones de pesos, por concepto de impuestos y de unas retenciones que la licorera les hace a sus proveedores y que terminan en las arcas municipales. Dicha suma equivale a lo que, en un año, le cuesta a Itagüí el servicio de restaurantes escolares para 17.000 niños.
Por ello, el mandatario le propuso a Luis Pérez un trueque: le cambia el “articulito” que valorizaría los predios de la FLA, a cambio de 50.000 millones de pesos en obras, como un hospital, subsidios de mejoramientos de vivienda, ciclorrutas, entre otros.
¿Y se puede ranchar en eso?
“Sí, dijo el alcalde. Legalmente no hay forma de que me obliguen. Eso es facultativo de la administración. Espero que el gobernador nos conceda esa compensación. De lo contrario, les tocaría vender el lote más barato”