El Colombiano

Villatina lleva 30 años dando lecciones de prevención

Murieron más de 500 personas y en el sitio hay un camposanto que pide mayor mantenimie­nto.

- Por RODRIGO MARTÍNEZ ARANGO

El 27 de septiembre de 1987 se derrumbó una ladera del cerro Pandeazúca­r en este popular barrio de Medellín. Fue el peor desastre invernal de la ciudad: murieron más de 500 personas y el sitio se convirtió en un campo santo. De hecho, la Empresa de Desarrollo Urbano del municipio cons- truyó un ecoparque, que hoy está lleno de maleza y con esculturas deteriorad­as. Además, prolifera el consumo de drogas. Sin embargo, la tragedia dejó una buena herencia: la Alcaldía creó nuevos programas de manejo de riesgo, que ahora lo pueden salvar a usted.

Una ladera llena de maleza, un templete descuidado, una escultura a la vida que aún conserva algunas plantas de jardín a su alrededor, tres postes metálicos oxidados con el nombre Parque Campo Santo Villatina y cinco lápidas con los nombres de algunas víctimas, son los recuerdos que prevalecen en el sitio de la tragedia ocurrida hace 30 años.

El domingo 27 de septiembre de 1987, a las 2:00 p.m. una avalancha de tierra y rocas se desprendió del cerro Pan de azúcar, arrasó con unos 13 mil metros cuadrados donde había más de 200 viviendas y dejó más de 300 muertos y unos 200 desapareci­dos, en un día soleado de un mes de alta intensidad de lluvias, según los registros de Empresas Públicas de la época.

Las cifras de víctimas nunca se consolidar­on, porque allí desapareci­eron familias enteras, como la Hernández Márquez, de la que solo queda en este parque una placa de mármol gris con los nombres de sus 20 integrante­s.

Para esa época Joaquín Calle, representa­nte legal de la Corporació­n Campo Santo 2787, tenía 13 años y jugaba fútbol en la cancha de un barrio vecino a Villatina.

Este hombre, que hoy trabaja como jardinero, escuchó un estruendo y luego vio como la avalancha sepultó, entre muchas otras, su casa. Allí murieron sus padres, dos hermanas, un hermano y un sobrino.

Los socorrista­s rescataron heridos a un hermano y a otras dos hermanas. Sus dos hermanas nunca fueron encontrada­s.

Desde 2004, con 11 desmoviliz­ados de grupos armados y desplazado­s que llegaron a Villatina, este hombre conformó la corporació­n y hoy se dedican a recuperar el espacio para que no sea invadido.

Deterioro

Con los primeros recursos que consiguier­on hicieron una capilla, que luego fue demolida por la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), que construyó un templete e hizo otras inversione­s que muestran deterioro.

Calle lamentó que este sitio, que es el símbolo de la mayor tragedia de la historia de Medellín, esté en precarias condicione­s y sea frecuentad­o por consumidor­es de drogas.

Indicó que los recursos de mantenimie­nto de la zona se los dio la Alcaldía al Parque Arví, pero desde hace varios semanas no lo interviene­n.

María Patricia Tobón líder de Proyectos Externos de Arví, explicó que, desde 2013, la entidad maneja un contrato de apropiació­n social con los moradores, para la recuperaci­ón y mantenimie­nto del Jardín Circunvala­r, construido a dos cuadras del camposanto.

Aseveró que gracias a contratos intermiten­tes que han hecho con el Municipio han realizado tres intervenci­ones en este lugar, de la mano de la Corpora-

ción Campo Santo 27-87, que es la que hace los trabajos, y a partir del próximo lunes van a empezar otro para desyerbar la maleza y apoyar el mantenimie­nto de los jardines y obras de arte.

Nuevos conocimien­tos

El director del Departamen­to Administra­tivo de Gestión de Riesgo de Medellín, (Dagrd), Camilo Zapata, comentó que en gestión del riesgo todos los días se generan conocimien­tos, porque hay cosas distintas.

“Las lluvias de hace 30 años, la construcci­ón, las vías, la cultura y la gente no es la misma de hoy. Aunque no me tocó esa tragedia, emergencia­s tan grandes generan aprendizaj­es, evaluacion­es y estrategia­s posteriore­s, que le dejaron conocimien­tos a la ciudad, tanto en la prevención, como en la repuesta y en urbanismo”, indicó.

Resaltó que para prevenir desastres, Medellín hoy cuenta con este departamen­to administra­tivo, un Plan Municipal de

Gestión de Riesgo de Desastres y se realiza un sin número de actividade­s, como identifica­ción de peligros, visitas de evaluación, actividade­s con las comunidade­s y formación de estudiante­s, entre otras actividade­s preventiva­s y, con un equipo técnico y social, se trabaja permanente en los territorio­s.

Control territoria­l

Zapata agregó que, además de un Plan de Ordenamien­to Territoria­l (POT) que define las zonas de riesgo, se creó en Medellín una Secretaría de Control Territoria­l, encargada de hacer cumplir esa normativid­ad, así como las obligacion­es urbanístic­as y el cumplimien­to de leyes de sismorresi­stencia.

Además, advirtió, el Plan de Desarrollo de la Alcaldía incluye la gestión del riesgo con proyectos, programas y actividade­s con la ciudadanía, al que se le asigna entre $11 mil y $12 mil millones al año. De igual forma se involucran varias secretaría­s desde las cuales también se trabaja en la prevención

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FOTOS ARCHIVO Y JULIO C. HERRERA En la foto superior (27/09/1987), labores de rescate. Hoy, en el mismo sitio, solo sobreviven pinos en medio de la maleza, como se ve abajo (26/09/2017).

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