EL MEJOR EDITOR FUE MI EDITOR
“Qué tal”, saluda Fernando cada que llega a trabajar al periódico La Patria de Manizales a las 7:00 de la mañana. Es el editor de noticias del diario y allí ha trabajado por 25 años. Suele caminar de su casa al periódico o usar el servicio público, el carro particular no le gusta. Siempre lleva un libro y a veces se quita los zapatos para caminar por la redacción. Sus decisiones no se discuten y por más que uno dé la pelea, él la gana por una u otra razón. Es serio y algunos dicen que es gruñón, pero es solo fama. Nació en Pensilvania, un municipio al Oriente de Caldas. Cuando habla de su pueblo natal se refiere a él como una república independiente. En su puesto de trabajo tiene libros, revistas, agendas, notas y periódicos. Nadie entiende cómo logra ubicar sus cosas, pues para cualquier persona su oficina es un desorden. Revisa una y otra vez los periódicos del año para identificar los errores y luego, en un consejo de redacción o en una charla con los periodistas, hace caer en cuenta de alguno para que no se repita. Se divierte cazando gazapos y por eso, desde hace un par de años, una vez al mes, cada reportero debe quedarse acompañando la edición nocturna para ayudar en la tarea. Lleva una regla metálica para “reprender”, aunque son solo amenazas. Le molesta que entren tarde a esta revisión o al consejo de redacción y suele cambiarle el nombre a los periodistas o llamarlos por sus apellidos. Después de su familia y su oficia, le apasiona leer. Cada sábado circula en el periódico una columna llamada
tal y como lo contó en el tuit que publicó cuando supo del premio: “Soy lo que mi familia, mis maestros, mis compañeros de trabajo, mis pupilos y los libros han hecho de mí. Solo un coequipero. Gracias @FNPI”. Es un maestro que sabe qué decir, cómo enfocar un tema, cuál es el título apropiado y hasta cómo regañar. Le apasiona la investigación y hace que los periodistas se interesen por esa línea. Fernando tiene una caja con marcadores, papelitos, lapiceros y hasta colores, elementos que le sirven para hacer actividades. Es un defensor de los recursos públicos e investiga que estos se inviertan en lo que debe ser. En su labor como editor mantiene viva la memoria de
el subdirector de La Patria que fue asesinado en 2012 por denunciar la corrupción política del departamento de Caldas. Fernando, antes que nada, defiende la libertad de prensa, el derecho a informar y a que la gente se informe. No gusta de reconocimientos ni de ser el protagonista, porque siente que el trabajo se hace sin aspirar a ellos.
Un consejo “Leer, leer y leer, y preguntar, preguntar y preguntar”.