EL REFERENDO EN CATALUÑA Y EL ROMPIMIENTO DE ESPAÑA: UN DESASTRE QUE NO SUPIERON EVITAR
Un desastre político, legal, institucional sin precedentes en la historia contemporánea española. Eso fue lo que se vivió el pasado domingo en Cataluña. Una derrota política de enormes dimensiones para el gobierno español, encabezado por Mariano Rajoy. Su incapacidad para afrontar los proble- mas que podrían gestionarse con buena política es proverbial. Dejó crecer la insurrección de las autoridades catalanas y su inmovilismo fue aprovechado por los independentistas, a quienes la represión policial les cae de maravillas: podrán decirle al resto del mundo que son atacados por un régimen represivo que no deja que se manifiesten democráticamente y que les impide votar. El referendo del primero de octubre era ilegal en todo sentido. Pero Rajoy se limitó a darles a las reivindicaciones catalanas, que son de vieja data y profundas, tratamiento de litigio ante los tribunales.
Es verdad que las autoridades de Cataluña son expertas en chantajes políticos y en actividades que lindan con la extorsión. La corrupción allí es alarmante, la región está en quiebra económica y su deuda es enorme. Pero la falta de respuestas del Gobierno central dejó que las cosas degenera- ran hasta lo que se vió hace dos días. No es posible saber cuánta gente votó, pues no había amparo legal de ningún tipo. Los resultados son los que cada uno quiera que sean. El todo es que el rompimiento ya es irreversible. España se rompe, ante la incapacidad total de sus políticos