EL PRÓXIMO DESASTRE
Ahora resulta que hay quienes presumen conocer el día y los lugares del temblor, se inventan causas y aseguran cuáles serán las consecuencias. Hasta los geólogos dicen que no existe una manera demostrada para saberlo.
Ahora todos conocen el miedo, hablan de lo impredecible y especulan sobre lo inimaginable, pues ¿ qué puede ser más llamativo que un titular en redes sociales hablando sobre las predicciones de los desastres naturales que se vienen?, solo por curiosidad, temor a encontrarse en la lista de los lugares que serán los próximos afectados o simplemente por el deseo de identificar ese agüero que determine el fin del mundo, será un artículo muy leído o al menos ojeado.
Sin referimos a los huracanes porque la OMM (Organización Meteorológica Mundial) los nombra desde 1953 inicialmente femeninos, y desde el decenio de los 70 alternando con masculino en orden alfabético, son nombres que se conocen desde que inicia el año y mucho antes de que se sepa con certeza la existencia del ciclón, a pesar de esto es difícil estimar los daños que causará.
Esto va dirigido a los terremotos, porque todos conocen de prevención y simulacros desde tiempos remotos que son difíciles de ponerles fecha, pero ahora resulta que hay quienes presumen conocer el día y los lugares del temblor, se inventan causas y aseguran cuáles serán las consecuencias.
Aunque hasta los geólogos dicen que no existe una manera demostrada para saberlo, se conoce que por ejemplo América Latina está ubicada en lo que se conoce como en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde está la mayor actividad sísmica y volcánica del planeta. Sin embargo, esto no es afirmación de nada.
Y claro, con los desastres naturales que hemos visto últimamente, las inundaciones de Harvey, la ausencia de energía que dejó Irma, los terremotos con epicentro en México, y el huracán María, que amenazó con acabar a Puerto Rico; les abre la puerta a muchos para que con su sortilegio afirmen que se viene el fin del mundo