EN LAS VEGAS, CUIDAMOS DE LA GENTE
Las Vegas es la capital mundial del entretenimiento por muchas razones. Quienes trabajamos en La Franja hemos perfeccionado el arte de la hospitalidad. Luchamos por hacer que todos nuestros huéspedes se sientan como en familia.
Les damos la bienvenida a todos, y no somos conmocionados fácilmente.
Pero el lunes en la mañana residentes, turistas, trabajado- res médicos de emergencia, políticos y periodistas locales quedaron colectivamente incrédulos porque nuestra ciudad se había convertido en el lugar del más reciente tiroteo en masa en Estados Unidos.
Horas antes de que empezaran los tiros, yo había terminado un largo día en mi trabajo en un casino, exhausta y entusiasmada por llegar a mi casa, que está a solo dos millas de donde sucedió el tiroteo. Durante el día domingo, yo había atendido a huéspedes al lado de la piscina. Muchos estaban entusiasmados por el concierto de música country cerca al hotel resort Mandalay Bay. Todos ellos estaban felices y despreocupados.
El sentimiento no duró. Un pistolero encaramado en el piso 32 del hotel disparó contra una multitud de 22.000 personas reunidas en el concierto, la Ruta 91 Festival de la Cosecha, asesinando a más de 50 y dejando a cientos de heridos. El lugar estaba entre el tráfico de la Franja taponando a Las Vegas Boulevard y el Aeropuerto Internacional McCarran. Es un área de acceso ya limitado, en el corazón de la ciudad.
Esto podría haber sucedido desde la ventana de cualquiera de las propiedades en la Franja. He trabajado en muchas de ellas, y sé esto: todos nosotros que hacemos funcionar los casinos, bares, piscinas y hoteles cuidamos de nuestros visitantes. Los llamamos por su nombre. Preguntamos de dónde son, sobre sus familias, sus trabajos. En nuestra propia forma, los cuidamos. Sinceramente queremos que disfruten de su tiempo aquí y que sientan alegría, y queremos que se sientan seguros.
Tenemos una excelente historia de mantener a nuestros visitantes seguros. Pero lo que pueden hacer el cuidado y la hospitalidad tiene su límite. En los próximos días, es probable que la ciudad y la industria del casino tengan muchas conversaciones sobre cómo este tiroteo podría haber sido prevenido.
En una rueda de prensa el lunes, el gobernador Brian Sando
val ofreció sus condolencias a las víctimas y sus familias. Expresó su orgullo hacia las fuerzas de seguridad de Las Vegas y los trabajadores médicos de emergencia. “Hay mucho que aprender de todo esto”, dijo. “Fue un acto cobarde y despreciable por el que estoy muy enojado. No hay mucho que podamos hacer, pero podemos aprender “.
Si hay mucho que se puede hacer, desde el punto de vista de la política, es una conversación que algunos van a resistir vehementemente y que otros presionarán agresivamente por sostener en los próximos días. El hecho de que el pistolero haya sido identificado como un residente de Nevada probablemente hará que las regulaciones estatales de armas de fuego, o la falta de ellas, sean un tema de conversación. A pesar de los inevitables desacuerdos, espero que mi ciudad elija tener este debate.
Quienes vivimos aquí sabemos que Nevada es un estado de porte abierto de armas con un pasado de Viejo Oeste de leyes de armas y regulaciones suaves. Es donde la tarjeta de Navidad de una concejala de Las Vegas era una foto de su familia, todos fuertemente armados, incluyendo a un niño, y donde un turista puede visitar uno de muchos campos de tiro de ametralladoras y probar un arma semiautomática como la que el asesino puede haber utilizado.
Como siempre, políticos federales y estatales están enviando sus oraciones. Aunque vienen del corazón, ofrecen poco confort ni uso práctico si no son seguidos de acción.
La gente común ha actuado de manera heroica, como montar a los heridos en camionetas y tratar de llevar a amigos y desconocidos a los hospitales. Los dos principales centros de trauma de Las Vegas estaban llenos a capacidad el lunes atendiendo a los heridos. Trabajadores en hoteles que estaban en lockdown trataron de calmar a los huéspedes y empleados conmovidos.
Mientras escribo esto, mis colegas y otros están regresando al trabajo. La Franja se está volviendo a llenar de turistas buscando un sentido de seguridad junto con el escape que vinieron a buscar aquí. De la misma manera que lo hacemos todos los días, y de las maneras heroicas que exigen estas terribles ocasiones, veo a quienes viven y trabajan en Las Vegas cuidando a los demás. Es lo que mejor hacemos
Quienes trabajamos en La Franja hemos perfeccionado el arte de la hospitalidad.