CONTRAPORTADA
El cantante acaba de lanzar Cásate conmigo, junto a Nicky Jam. Ser diferente, eso busca.
Silvestre Dangond busca sonidos tan irreverentes como él.
Desparpajado, de eso no hay duda. Silvestre Dangond no esconde su carácter. Por eso graba un vídeo tomando ron y lo sube a sus redes sociales, y al otro día graba otro con cara de guayabo. O por eso brinca, canta, hace chistes o suelta una frase con doble sentido en el reality A otro nivel, del que es jurado en compañía de Fonseca y Kike Santander. Así es él.
¿Cómo suena el Silvestre Dangond de 2017? ¿Es más internacional?
“Es una mezcla de tantas cosas. Pasa que yo siempre tengo un propósito, yo no lanzo un disco para quedarme en lo mismo. Siempre hay un motivo diferente. Mi más reciente álbum, Gente valiente, lo hice con una intención. Es distinto hoy a como trabajaba hace unos años”.
Y el público...
“Creo que al final de la historia la gente me copia porque la esencia de Silvestre no se pierde. Se puede llegar de la electrónica a la instrumentación, a la pantalla, pero el discurso es el mismo, que es lo más importante”.
Acaba de lanzar Cásate conmigo, con Nicky Jam...
“Cuando hay química, hay que explotarla. El público nos aceptó y ahí les dejamos un palazo”.
En su otra faceta, lejos de los escenarios y el estudio de grabación, es un jurado exigente...
“A mí me mueve lo que me transmite el participante. Al final de la historia la gente sigue lo que le gusta y no todo lo que le gusta a la gente es lo más perfecto. Entonces yo me dejo sorprender”.
¿Qué ha aprendido?
“Todos los humanos tenemos una historia parecida, comenzamos de cero, siempre aguantando unas cosas u otras más duras. En este programa he encontrado artistas que son reales y la industria los necesita, que se le sienta la montaña, la calle”