Poderes político y económico vs. Avianca
“El fallo de primera instancia de la Sala Laboral del Tribunal Superior de Bogotá, dijo cosas que ya esperábamos los abogados de trabajadores y sindicatos. Un fallo timorato de la doctrina internacional del trabajo, hacia donde debe ir migrando el derecho laboral. Es un fallo que también esperaba Acdac desde el momento en que empezaron las audiencias, desde que le negaron todos los recursos, pero a la vez le concedieron casi todos a la empresa. Pero la dicha no fue completa para Avianca. La judicatura determinó que aún estaba vigente el Decreto 2164 de 1959 y las normas que lo reglamentan, y por ello no podría despedir indiscriminadamente a los huelguistas. Por esas razones ambas partes apelaron. El juicio en segunda instancia, en teoría, no debería durar mucho, pero haciendo seguimiento al proceso, ya llegado a la Corte, ésta tendrá que escuchar horas de audios y resolver varias decisiones que fueron apeladas en el efecto devolutivo. Si una de esas prospera, el caso se devuelve al tribunal y todo empieza de cero. Si todas son rechazadas o desechadas de plano por la Corte, el máximo tribunal de lo ordinario solo se pronunciará sobre los recursos de apelación contra la sentencia y dará un fallo final. Coincido con los abogados que desde todas las orillas dicen que ese recurso puede tardar semanas, y hasta meses. A menos que el poder económico y político de Avianca y el gobierno meta la mano y logre que la Corte se mueva más rápido de lo habitual, al igual que lo hizo el Tribunal.