Las tres claves para activar la industria de la región
En la última década este sector perdió participación en el Producto Interno Bruto: bajó de 17,1 % a 14,4 %.
La promoción de un desarrollo industrial sostenible e inclusivo en Medellín y el Valle de Aburrá es urgente. Para que sea exitoso, debe estar basado en una mayor productividad, un alto desarrollo tecnológico y más recurso humano calificado.
Así lo planteó la presidenta de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, Lina Vélez, al advertir que en los últimos diez años la actividad manufacturera cedió participación en el Producto Interno Bruto (PIB) de la región frente a otros sectores como los servicios financieros, empresariales y la construcción.
Mientras en 2006 la industria representaba el 17,1 % del Producto Interno Bruto del departamento, el año anterior este indicador se ubicó en el 14,5 % (ver gráfico).
“Subsectores de baja tecnología como alimentos y bebidas o textiles y confecciones siguen teniendo una participación muy importante en la economía antioqueña, pero no han ido creciendo productividad. Sectores más pequeños, como la transformación de madera, han mejorado el mismo indicador”, añadió Vélez.
Motores industriales
Para el vicepresidente de Planeación de la Cámara de Comercio, Jaime Echeverri, es claro que las empresas antioqueñas tienen que trabajar mucho en incrementar la productividad, pues esta se ha mantenido casi igual por una década.
“Algunos avances se ven en industrias de mediana tecnología (químicos, plásticos, metalmecánica), cuya competitividad depende de procesos de aprendizaje prolongados, así como de capacidades técnicas y organizacionales” explicó.
El análisis de la Cámara resaltó que la industria de metales preciosos muestra el más alto crecimiento en valor agregado y productividad laboral, seguido de equipos de trans- porte (motos, bicicletas, embarcaciones, sillas de ruedas).
Pero, ¿para qué han servido los Planes de Impulso a la Productividad y el Empleo (Pipe) impulsados por el Gobierno? Según Echeverri ese tipo de iniciativas son buenas, aunque expresó sus dudas sobre los recursos asignados.
“En el fomento al desarrollo industrial también son necesarios apoyos económicos suficientes para mover el aparato productivo. Pero, en general, el presupuesto asignado para cerrar esa brecha son insuficientes”, enfatizó.
Por su parte, Camila Pérez, directora de Análisis Económico de Fedesarrollo, comentó que uno de los desafíos del próximo Gobierno será definir una nueva estrategia para que la industria sea competitiva y pueda potenciar sus ex- portaciones, aspecto en lo que tiene un gran atraso.
“El panorama de la industria paisa no es muy distinto a lo que se observa en el resto del país. Hay factores comunes como la caída en la producción de prendas de vestir o el mejor dinamismo de alimentos y bebidas, pero en términos generales la situación de las manufacturas en Antioquia refleja muy bien lo que
afronta la industria nacional”, expresó Pérez (ver Opinión).
Para el caso del Valle de Aburrá se sugirió un proceso de transformación de la industria que desarrolle actividades relacionadas con la recuperación, reciclaje y reutilización de residuos, y que su producción sea más sostenible mediante un uso más eficaz de la energía, el recurso hídrico, el aire y los materiales.
Finalmente, se abogó por una fabricación más sofisticada, que incorpore procedimientos, técnicas y tecnologías que aumenten la generación de valor