ASÍ AVANZAN LAS NEGOCIACIONES EN QUITO
¿En qué va el plan piloto de desminado humanitario?
“Eso está convenido como un compromiso político. Vamos a hacer eventualmente dos programas pilotos. Estamos en este momento con las autoridades que manejan el desminado, que es una operación compleja, costosa y delicada, estableciendo los sitios, advirtiéndole al Eln que no es una verbena de proselitismo político. Debe ser entendido como un acto de atrición política del Eln reconociendo responsabilidad, como victimarios, de haber sembrado indiscriminadamente por el país artefactos antipersonales como ha sido una de las constantes en su acción subversiva”.
¿En cuáles municipios se haría?
“Estamos escogiendo. Si se hace uno en Nariño, probablemente otro será en Chocó. Los municipios deben te- ner condiciones de seguridad claras y eso lo tienen que plantear la Dirección de Acción Integral contra Minas Antipersonal, Daicma, y las Fuerzas Militares. La idea es empezar en este trimestre”.
¿Por qué se priorizarían esos departamentos?
“En Nariño hay una solicitud de Samaniego, que es una comunidad muy afectada. En Chocó, porque contrario a lo que dijo originalmente el Eln acerca de que no ponían minas sino para rodear sus campamentos y defenderse de Ejército, se ha evidenciado que están sembrando minas antipersonal de forma indiscriminada y criminal en áreas donde pueden afectar a civiles”.
Después de la visita de las víctimas del Chocó a la mesa, ¿se ha podido ver el alivio humanitario?
“La verdad es que esa visita fue muy aleccionadora. Fue-
ron delegaciones de las negritudes y otras de comunidades indígenas. Nos sorprendió la inteligencia para denunciar sus problemas sin agraviar, cómo le dijeron a ‘Pablo Beltrán’: ‘ustedes nos han maltratado, han puesto minas que ponen en peligro la vida de nuestros niños, han contaminado las aguas y han secuestrado’. Fue sorprendente, uno podría concluir que la crítica para el Gobierno es que las Fuerzas Armadas no dan abasto, pero los del Eln no pudieron contestar mayor cosa. Pudimos ver que las comunidades no están siguiendo las pautas de la guerrilla, por el contrario, se están sintiendo como víctimas. Queremos desde la mesa de Quito animar acciones humanitarias en el Chocó, que lleven a atenuar las tribulaciones que están viviendo en esa región. El primer alivio es que cumplan el cese el fuego”.
¿El Eln todavía tiene secuestrados?
“Sí. Las cifras no son precisas, se habla de cinco o seis. Nuestra posición es que el secuestro es un delito censurable y reprobado por el Derecho Internacional Humanitario, que ellos dicen respetar. Les hemos dicho que ahora, que se reinicie el nuevo ciclo de conversaciones, queremos hablar de cuándo van a liberar a quienes tienen en su poder”.
¿Cómo será la participación ciudadana?
“Vamos a comenzar con audiencias que ya se han venido acordando y van a tener lugar en Colombia a finales de octubre. Van a participar diversos estamentos, unos escogidos por ellos, otros por nosotros, que van a exponer, más que aspectos temáticos, aspectos metodológicos. Luego vendrá una segunda fase en la que se desarrollará el punto número 1 de la agenda común, que es el llamado a la participación de la sociedad”.
¿Cuál fue el criterio de selección de los invitados?
“De común acuerdo entre Gobierno y Eln. Por ejemplo, el Eln dijo que quería que a las audiencias fuera la USO (Unión Sindical Obrera), porque tiene unas experiencias interesantes de participación, nosotros les dijimos magnífico, pero pedimos la presencia de Ecopetrol. El Gobierno no va a aceptar cualquier cosa que surja de las audiencias, hay unas líneas rojas que no se pueden vulnerar: la Consti- tución, el estado de derecho, la propiedad privada, la seguridad jurídica, estamos interesados en negociar pero no a cualquier costo”.
¿El de hidrocarburos y el sector mineroenergético sí van a estar en la mesa?
“Claro que van a estar en la mesa, dada la conformación que tenemos no hay temas vedados. Obviamente el asunto mineroenergético, que ha estado siempre en el ideario del Eln, mal podría vetarse”.
¿Ya han explorado la devolución de menores de edad?
“No. No hemos llegado allá todavía. Llegamos al compromiso en el cese el fuego y que no sigan enrolando menores de 15 años”.
¿Cómo hace una persona sin antecedentes en negociaciones con el Eln para dirigir la delegación del Gobierno en estos diálogos?
“Con el Eln no había tenido este tipo de experiencias de negociación. Como Ministro de Agricultura participé en lo que fue la construcción del punto número uno de la Agenda con las Farc, el acceso a la tierra y todo el tema agrario. Creo que ha sido interesante, el trato y el manejo que se le ha dado en Quito ha sido respetuoso, no es un diálogo con altisonancias o con voces desafinadas. Ellos son negociadores duros pero respetuosos, con los que se puede conversar”.
Usted desde el inicio de los diálogos habló de optimismo muy moderado, ¿en estos seis meses eso ha cambiado?
“Soy optimista, pero mi optimismo sigue siendo moderado y no fantasioso. Es una negociación dura, es la primera vez que el Eln, en más de medio siglo, se sienta en una mesa pública de negociación”.
“El Eln se empezó a medir el vestido del Acuerdo con las Farc, a ver cómo quedaría con él”.