Oceanía, destino comercial en el mediano plazo
Colombia ya tiene acuerdo con Canadá, pero ahora Nueva Zelanda, Australia y Singapur engrosarían la lista de acuerdos.
Siendo Colombia parte de la Alianza del Pacífico, ayer inició su primera ronda de negociación para tener acceso preferencial a Nueva Zelanda, Australia, ubicados en Oceanía, y Singapur, en Asia. Con Canadá, el país ya tiene un Tratado de Libre Comercio (TLC), desde 2011. El panorama actual muestra que hay muchas oportunidades para crecer en la internacionalización hacia esos mercados.
Las exportaciones hacia estos destinos sumaron algo más de 415 millones de dólares en 2016, lideradas por Canadá, país con el que ya se tiene un TLC que cumple seis años este 2017, según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Entre los nuevos destinos las ventas a penas alcanzaron 128 millones de dólares en 2016.
La expectativa, es que estos territorios, salvo Singapur, muestran una relación que se sale del sector minero-energético. Australia es destino de café (30,6 millones de dólares) y flores (5,5 millones de dólares) y con Nueva Zelanda hay un terreno ganado en café (6,1 millones de dólares), productos agropecuarios (3,8 millones de dólares) y química básica (1,8 millones de dólares).
Con Canadá, la apuesta sigue en café, el carbón y las flores. El año pasado se exportaron productos por 387, 5 millones de dólares, una caída de 7,1 % frente a 2015. Pero entre enero y agosto de 2017, las ventas van en 296,4 millones de dólares, mayor en 22% frente al mismo periodo de 2016.
Para Mauricio Escobar, experto en comercio y gerente
Escobar Salas Consultores, esta es una buena oportunidad para que “los empresarios colombianos realicen alianzas estratégicas con sus pares de México, Chile y Perú, que han logrado mayor experiencia con el mercado asiático y destinos similares, y por fin lograr encadenamientos productivos y participación en las cadenas globales de valor”.
Aún es pronto para buscar impactos en el comercio y la productividad, pues las negociaciones toman tiempo (al menos dos años), más aún si son en bloque; la perspectiva es de mediano plazo